En el 20º aniversario de su fallecimiento, Hong Kong recuerda al cardenal Wu

Sus restos fueron trasladados a la Catedral de la Inmaculada Concepción. Convocó el Sínodo de la Iglesia local y fue el puente hacia China continental.

Hong Kong (AsiaNews) - La diócesis conmemora en estos días el 20° aniversario de la muerte del cardenal Juan Bautista Wu Cheng-chung, el 23 de septiembre de 2002. El cardenal Wu fue el quinto obispo de Hong Kong y estuvo al frente de la diócesis durante 27 años, desde 1975 hasta su fallecimiento. Con motivo de este aniversario los restos del cardenal, que habían sido enterrados en el cementerio San Miguel de Hong Kong, fueron trasladados el 28 de septiembre a la Catedral de la Inmaculada Concepción, en presencia de una nutrida representación del clero. El actual obispo Stephen Chow también presidirá en la catedral una misa en su memoria el 4 de octubre a las 15:00.

Esta semana el Sunday Examiner, el semanario de la diócesis de Hong Kong, dedica un amplio espacio al magisterio y la labor pastoral del cardenal Wu con dos artículos escritos por el p. Sergio Ticozzi, misionero del PIME. “La elección del P. Juan Bautista Wu Cheng-Chung como obispo de Hong Kong en 1975 - explica el p. Ticozzi - había causado algunas reacciones negativas a nivel local porque provenía de Taiwán y se lo consideraba un "forastero". Algunos miembros del clero querían un obispo que fuera originario de la diócesis. Asumir la conducción de la diócesis sin el pleno apoyo del clero fue un gran desafío para el obispo. Esto, junto con algunas experiencias negativas, como los difíciles desafíos políticos de Hong Kong y, más tarde, las preocupaciones por su salud, marcaron su mandato. Sin embargo Mons. Wu supo enfrentar todos los desafíos de una manera positiva y serena, manteniendo un perfil bajo y evitando ser el centro de atención. Era un hombre humilde que vivía una vida sencilla. Sin embargo, durante los años que estuvo al frente de la diócesis esta vivió importantes cambios y reformas”.

El padre Ticozzi recuerda en particular el estilo abierto a la escucha: su carta pastoral de 1989, "En camino hacia la década luminosa: sobre el compromiso pastoral de la diócesis de Hong Kong", fue el resultado de una consulta que recogió las respuestas de 12 mil católicos. En 1990 puso en marcha un plan de reorganización de la diócesis con el Consejo de Sacerdotes y un grupo mixto de religiosos y laicos. A él también se debe el Sínodo diocesano que Hong Kong celebró entre 2000 y 2001 con el propósito de evaluar las necesidades pastorales y las perspectivas futuras de la evangelización en la diócesis al comienzo del tercer milenio.

Pero el cardenal Wu fue sobre todo el hombre que realizó plenamente la vocación de la Iglesia de Hong Kong de ser un puente con China continental. Él mismo - recuerda el p. Ticozzi - “nació el 26 de marzo de 1925 en el condado de Ng-Wa (Wuhua), en la diócesis de Kaying (actual Meizhou), en Guangdong. Estudió en el seminario menor local hasta 1946, cuando ingresó al South China Regional Seminary de Hong Kong. Siempre conservó un vínculo afectivo especial con su lugar de nacimiento, aunque no había podido mantener un contacto directo hasta que fue nombrado obispo de Hong Kong en 1975”.

En 1985 recibió una invitación de las autoridades de Beijing para visitar su tierra natal, que fue el primero de tres históricos viajes a la República Popular China en 1985, 1986 y 1994. Ya a principios de los años 80 había fundado en Hong Kong el Centro del Espíritu Santo precisamente para apoyar a la Iglesia en China

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