En Omán: la primera piedra de una Iglesia en la encrucijada del Irán chiíta y el mundo suní
El vicario de Arabia del Sur ofició la inauguración de las obras de construcción de un nuevo centro pastoral en Ghala. Monseñor Martinelli: "Para que niños, jóvenes y adultos crezcan en la fe". La labor diplomática del sultanato en un Oriente Medio desgarrado por los conflictos. Aún quedan pasos por dar en materia de derechos e igualdad de género.
Milán (AsiaNews) - Un evento que abraza a toda la comunidad y, al mismo tiempo, el rostro de una Iglesia migrante y fronteriza que crece en un contexto en el que, a pesar de las dificultades y los elementos críticos no resueltos, existe un amplio margen de libertad tanto social como en la práctica del culto. La ceremonia de colocación de la primera piedra de un nuevo edificio, que forma parte de la parroquia de Ghala en Mascate, capital del Sultanato de Omán, fue una ocasión festiva para todo el Vicariato Apostólico de Arabia Meridional, que incluye el vecino Yemen y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde tiene su sede. La función se celebró el pasado fin de semana y se refiere a una estructura que desempeñará un papel estratégico en el desarrollo de las actividades parroquiales y en la respuesta a las necesidades de los fieles, que desde hace tiempo piden un lugar para la catequesis o para promover encuentros, en una perspectiva misionera.
Al servicio de la formación
"Estoy contento de estar aquí con ustedes", subraya monseñor Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia del Sur, "y de poder poner la primera piedra de un nuevo edificio que estará al servicio de esta parroquia". La nueva estructura, prosiguió, servirá como "centro pastoral para iniciativas de formación cristiana, catequesis y residencia de sacerdotes" y permitirá organizar mejor la atención pastoral "para que niños, jóvenes y adultos crezcan en la fe". En su discurso, el prelado recordó el papel de los profetas en la Biblia y en el Concilio Vaticano II, que asigna un papel "profético" al pueblo de Dios. "En cierto sentido", afirmó, "todos somos profetas, pues hemos sido bautizados, hemos recibido la Confirmación, tenemos sentido de la fe y, sobre todo, estamos animados por diversos carismas que el Espíritu Santo no cesa de regalar a la Iglesia". "En nuestro tiempo -advierte- tenemos muchas asociaciones y movimientos laicos que nos ayudan a redescubrir nuestro bautismo y a ser profetas, es decir, portadores de la palabra de Dios en la vida cotidiana, en nuestras familias, entre los jóvenes, los amigos, la sociedad y la escuela. Para ser un pueblo profético", concluye, "[...] debemos formarnos constantemente en la vida cristiana".
En los últimos años, la comunidad católica de Omán ha crecido considerablemente, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de nuevos espacios e infraestructuras, especialmente en la zona de Ghala, que ha experimentado un verdadero auge demográfico a lo largo de los años. El traslado de las principales sedes ministeriales y del corazón económico y empresarial de Ruwi a la propia Ghala ha provocado un crecimiento sustancial de la población, incluidas muchas familias católicas, al tiempo que ha puesto de manifiesto las insuficiencias de las estructuras existentes. Una cifra por encima de todas: el número de niños ha pasado de menos de 100 al principio, en 1987, a más de 2.000 en la actualidad. Las estructuras eclesiásticas no sólo eran inadecuadas por su tamaño, sino que también carecían de los medios de la modernidad para garantizar una enseñanza catequética y unas actividades parroquiales y comunitarias eficaces. Para seguir cumpliendo su misión, la Iglesia tuvo que invertir en una infraestructura más resistente y de mayor tamaño.
Piedra para las nuevas generaciones
La idea de un nuevo edificio para la atención pastoral surgió durante la primera visita del entonces recién nombrado vicario, monseñor Martinelli, en febrero de 2023. El vicario apostólico, que ha hecho de la educación cristiana de niños, jóvenes y adultos una de sus prioridades, considerándola uno de los pilares de la misión de la Iglesia en el Golfo, reconoció la importancia de esta petición. También se vio alimentada por la voluntad de muchos padres y laicos de ser catequistas, con la necesidad de un espacio adecuado para llevar a cabo la misión. El párroco, P. George Vadukkut, presentó el plano del nuevo edificio en enero de 2024, y tras la aprobación del vicariato y del gobierno, se celebró una ceremonia de bendición el 13 de junio, y la colocación de la primera piedra en los últimos días.
A la ceremonia asistió también el Dr. Ahmed Khamis Masood Al Bahri, Director del Ministerio de Dotaciones Religiosas y Asuntos Religiosos de Omán. En la presentación de su obra, el P. George subrayó la importancia crucial" para las "nuevas generaciones", que necesitan "motivación" y "orientación" de la Iglesia "para navegar por las complejidades de la vida moderna". La residencia sacerdotal, advirtió, proporcionará "un entorno propicio" para que el clero viva y trabaje, mejorando su "capacidad para apoyar y guiar a nuestra comunidad". "Este proyecto", concluye, "es un testimonio de la extraordinaria cooperación y dedicación de nuestros feligreses, que refleja nuestro compromiso compartido de fomentar una comunidad fuerte y llena de fe".
Libertad religiosa, equilibrio político
El Sultanato de Omán está situado en el sureste de la región, está dividido en 11 gobernaciones y 61 provincias y tiene una población de unos 4,5 millones de habitantes; son predominantemente árabes, pero también hay un porcentaje considerable de trabajadores extranjeros procedentes de otros países de Medio Oriente, así como de Filipinas, India y Pakistán. Como muchas naciones de la zona, tiene una economía basada en los hidrocarburos, sobre todo el gas natural, combinada con el sector turístico. El Islam es la religión del Estado y la sharia la principal fuente de derecho, pero también se afirma el principio de libertad religiosa y la prohibición de discriminación confesional.
El 86% de los habitantes son musulmanes, y los cristianos representan el 6,5% de la población, es decir, unas 300.000 personas, de las cuales el 70% son católicos, el 13% ortodoxos y el 6% protestantes; el 11% restante son grupos independientes o pequeñas comunidades. Los fieles son casi exclusivamente emigrantes económicos de otros países asiáticos, sobre todo Filipinas e India, y viven en los grandes centros urbanos, desde la capital, Mascate, hasta Sohar y Salalah. El territorio forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur, con sede en Abu Dabi, y cuenta con cuatro parroquias, dos en Mascate, la capital, una en Salalah y otra en Sohar, y 12 sacerdotes residentes. En marzo de 2022, la Iglesia local celebró la primera ordenación sacerdotal, la del padre Dickson Eugene, de la provincia salesiana de Bangalore, criado en Omán.
Políticamente, Mascate lleva años maniobrando entre bastidores como elemento de equilibrio entre Irán (chií) y el universo suní, desde Riad hasta los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar, que desde hace tiempo libran guerras por poderes en Yemen y otras zonas del tablero regional. En el pasado, Omán fue reconocido por el Vaticano por su contribución en las negociaciones para la liberación del salesiano indio P. Tom Uzhunnalil, secuestrado en Adén en marzo de 2016 en el asalto yihadista a la casa de las Misioneras de la Caridad en el que murieron cuatro religiosas. Una relación consolidada en el tiempo y que llevó a la Santa Sede y Mascate en febrero de 2023 a establecer relaciones diplomáticas plenas, con la apertura de nunciatura y embajada y el objetivo de promover un "mayor entendimiento mutuo" y "reforzar la amistad y la cooperación".
Aunque goza de un respeto general por la libertad religiosa, no faltan elementos críticos en el pasado reciente, como el juicio a cuatro personas en un caso bautizado como "espacios Ghaith", por el nombre utilizado en las redes sociales para las discusiones y enfrentamientos. Sus miembros fueron detenidos en 2021 acusados de violar la Ley de Internet e Información, por difundir material que atenta contra "los valores de la fe y el orden público", y encarcelados.
Los movimientos activistas denuncian que la práctica de la mutilación genital femenina (MGF) sigue vigente en algunas zonas, a pesar de que se prohibió en 2019 tras una normativa que declaraba ilegal la práctica. También faltan leyes estrictas contra la violencia doméstica y políticas de protección para las víctimas, así como la igualdad de género y de derechos en el matrimonio, el divorcio, la herencia y la custodia de los hijos. Por último, en cuanto a los trabajadores inmigrantes, el 25 de julio del año pasado entró en vigor una normativa para el sector privado, en el que el 80% son extranjeros: se introdujeron varias mejoras, como la reducción de la semana laboral máxima de 45 a 40 horas, el aumento de la baja por enfermedad remunerada y la posibilidad de que los empleados abandonen a su empleador si éste no les paga el salario durante dos meses consecutivos, aunque haya deficiencias en materia de discriminación y acoso, incluido el sexual.
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