En Mosul, prosigue la ofensiva del ejército para liberar al oeste del Estado islámico
Segundo día de combates destinados a expulsar a los yihadistas del sector occidental, último bastión del EI en el país. Para el premier al-Abadi, la prioridad es liberar a la población civil “de la opresión”. Para frenar el avance, los milicianos han sembrado el territorio de bombas y minas. Alarma de la ONU por los civiles que han quedado atrapados en medio del conflicto.
Bagdad (AsiaNews/Agencias) – En las primeras horas del día de hoy, el ejército del gobierno iraquí ha retomado la ofensiva –lanzada en la mañana de ayer- para conquistar el sector occidental de Mosul, último bastión del Estado islámico (EI) en el país. Fuentes locales confirman fuertes explosiones e intensos disparos de artillería entre las partes.
En el contexto de la avanzada, en la jornada de ayer, el ejército ya limpió varios pueblos de la presencia yihadista, y liberó a la población local. Tal como fue informado por el premier Haider al-Abadi en un discurso transmitido en la televisión, el objetivo primario es “la liberación, para siempre, de la población de Mosul de la opresión del EI y del terrorismo”.
El mes pasado, las fuerzas leales al gobierno lograron expulsar a los milicianos de Daesh [acrónimo árabe para el EI] luego de meses de intensos combates. La ofensiva se inició el 17 de octubre pasado, y se requirieron cinco meses para vencer la resistencia yihadistas en el área.
Según fuentes de la ONU, la mitad de las víctimas registradas hasta ahora son civiles; desde el mes de octubre, en la Llanura de Nínive ya han muerto 1096 personas y 700 resultaron heridas.
Miles de soldados están involucrados en el asalto, sostenido -a la retaguardia- por artillería pesada, y apoyado desde el cielo por los ataques aéreos de los cazas del gobierno. Las fuerzas de la policía ya han retomado el control de una central eléctrica en la periferia de la ciudad. Sin embargo, los milicianos han sembrado las calles de artefactos explosivos y minas, lo cual hace que las operaciones avancen mucho más lentamente. El ejército ya ha enviado brigadas especiales al lugar, para desminar el territorio y así abrir camino a las tropas.
Analistas y expertos subrayan que la toma del sector oriental llevó bastante tiempo, y que se prevé que en el caso de la zona oeste, situada más allá del río Tigris, las operaciones serán más difíciles aún. La parte occidental, si bien es pequeña, está más densamente poblada, y en términos logísticos resulta más complicada, a raíz de sus calles estrechas, que no permiten el paso de vehículos blindados. Todos los puentes que unen las dos áreas han sido destruidos.
En la zona oeste, gran parte de la población es sunita, y no está dicho que todos estén dispuestos a apoyar la ofensiva de las fuerzas leales al gobierno, que son chiitas. A esto, debe sumarse el riesgo de que los yihadistas utilicen a los civiles como escudos humanos –como ya ocurrió varias veces en el pasado- de modo de frenar el avance de Bagdad.
En tanto, activistas y asociaciones humanitarias vuelven a efectuar dramáticos llamados para que se tenga en cuenta la situación de la población civil. Hasta 650.000 personas corren peligro de quedar atrapadas en medio de los combates, y de éstas, más de 300.000 serían niños. Las agencias especializadas están preparando ayuda y alistando centros para poder acoger a unas 400.000 personas, que huyan de los combates. Según las Naciones Unidas, aún hay entre 750.000 y 800.000 civiles viviendo en los distritos occidentales de la ciudad controlada por los yihadistas.
01/09/2021 15:28
17/12/2016 13:14