En Kiev, se celebra el Concilio de unificación de la Iglesia ortodoxa auto-céfala (Video)

de Vladimir Rozanskij

El Concilio tendrá lugar mañana. Debieran estar presentes los obispos de las tres Iglesias (Kiev, Moscú y “auto-céfala”) para elegir al primado que recibirá el Tomos de la independencia de parte de Bartolomé I. Moscú ya ha amenazado con excomuniones. Poroshenko ofrece la iglesia de Santa Sofía como catedral del nuevo primado. En Ternópil, se produjo una trifulca violenta entre el obispo Tikhon (“auto-céfalo”) y los fieles que quieren pasarse al patriarcado de Kiev. El párroco terminó hospitalizado, con una conmoción cerebral y varias costillas fracturadas.

Moscú (AsiaNews) – Para el 15 de diciembre ha sido convocado en Kiev el “Concilio de unificación” de la nueva Iglesia auto-céfala ortodoxa ucraniana, que debiera resolver los conflictos entre las diversas comunidades, pero lo cierto es que la realidad parece demostrar que éste no hará más que agudizarlos y suscitar otros nuevos. En tanto, en la región de Ternópil (Ucrania), el 12 de diciembre estalló una trifulca gigantesca entre el clero y fieles de distinta orientación, durante la cual a un obispo le quebraron el cayado, y a un sacerdote, varias costillas (véase video).

Al Concilio de Kiev han sido invitados los obispos de todas y cada una de las tres jurisdicciones reconocidas por Constantinopla: aquella fiel a Moscú, la independiente de Kiev y aquella que ya se auto-define como “auto-céfala”. Hay quien ha propuesto abrir la convocatoria a la presencia de sacerdotes y laicos.

En la vigilia de la Asamblea, aun no se sabe cuáles son los obispos que aceptarán participar, sobre todo de la Iglesia filo-rusa, siendo que el patriarcado de Moscú los ha amenazado con la excomunión automática. El sínodo tiene como tarea elegir al primado de la nueva Iglesia, que luego deberá viajar a Estambul, para recibir de manos del patriarca Bartolomé el Tomos y el estatuto de la auto-cefalia.

El responsable de la Iglesia de Kiev, Filaret (Denisenko), no debiera concurrir en razón de su avanzada edad (91 años), y es difícil pronosticar quién podrá ser elegido para un cargo que, por otro lado, no debiera tener el estatus de patriarca. De todas maneras, Filaret ha declarado que “morirá patriarca” y que seguirá vistiendo la larga túnica blanca con las bandas laterales (una imitación parcial de la del Papa de Roma), idéntica a aquella que usa su “gran enemigo” Kirill (Gundjaev), el patriarca de Moscú.

El jefe de los Servicios de Seguridad de Ucrania (el SBU) Vasilij Gritsak declaró ayer que los conflictos eclesiásticos pueden conducir a verdaderos actos de guerra. A su modo de ver, “la inspiración de conflictos inter-confesionales, programada por los Servicios rusos, puede devenir motivo de una invasión militar de las Fuerzas armadas rusas en nuestro país”.

Por decisión del presidente Petro Poroshenko, el Concilio se llevará a cabo en la histórica catedral de Santa Sofía de Kiev, construida hace 1000 años para celebrar el bautismo cristiano de la Russ de Kiev, el Estado medieval que ha dado vida a tres países: Rusia, Bielorrusia y Ucrania. La catedral fue transformada en museo durante el período soviético y aún sigue siendo propiedad del Estado, que permite la celebración litúrgica únicamente en el día de la independencia ucraniana, el 24 de agosto. Con ocasión de la inminente auto-cefalia, el presidente del Senado ucraniano (Verkhovnaja Rada), Andrej Parubij, ha pedido conceder el templo a la nueva Iglesia, restituyéndola a la función de iglesia primacial; hasta ahora, las divisiones que rigen entre los ortodoxos eran el factor que impedía dicha restitución. En los últimos 25 años, la iglesia principal de la jurisdicción de Filaret Denisenko era la cercana iglesia de San Andrés, que ahora ha sido directamente encomendada al Patriarcado de Constantinopla, así como su representación “stravropegial” ecuménica.

La nueva Iglesia ucraniana, según se estima, debiera depender estrictamente de Constantinopla, que vería inaugurada una nueva etapa de afirmación de su primado “ecuménico” o universal sobre las demás Iglesias ortodoxas. El ordenamiento del rompecabezas ucraniano requerirá una redefinición de los territorios canónicos, ya que algunas partes de la antigua región metropolitana de Kiev se hallan hoy sobre el territorio nacional de Rusia y Bielorrusia.

Tras ello, Constantinopla podrá pretender también que las otras iglesias auto-céfalas lleven a cabo un reordenamiento de los territorios y de las condiciones de autonomía. Por ejemplo, la Iglesia ortodoxa de los territorios checos y eslovacos hace tiempo que entabla una discusión con el patriarcado ecuménico, a causa de la excesiva dependencia que muestra la Iglesia local en relación al Patriarcado de Moscú.

Bartolomé podrá reivindicar la dependencia del Fanar de todos los territorios que tradicionalmente no han sido ortodoxos, como los de las Américas y Australia, donde existen otras jurisdicciones nacionales. La Iglesia Ortodoxa de América, en los Estados Unidos, una de las más grandes, fue construida por los rusos y luego se auto-proclamó auto-céfala, pero sin obtener la bendición de Constantinopla.

El pasaje a la auto-cefalia no está libre de dolor. El 12 de diciembre, una gigantesca trifulca se desató en la iglesia de la Anunciación, en la localidad de Vinjatnitsy, región de Ternópil, entre el arzobispo de la Iglesia ucraniana “auto-céfala” Tikhon (Petranjuk) y el párroco de la iglesia, el P. Ioann Bojko, quedando envueltos en la pelea los parroquianos presentes. El motivo fue precisamente el pasaje del párroco y de sus hermanos a la Iglesia de Kiev previendo la unificación.

El obispo Tikhon se presentó en la iglesia durante una celebración litúrgica, provocando reacciones de descontento entre los feligreses presentes, que lo expulsaron del lugar cerrándole las puertas de la iglesia en la cara. El obispo logró entrar de otra manera, y comenzó a leer en voz alta su decreto de excomunión del párroco; los fieles le arrancaron el cayado de las manos, rompiéndolo en pedazos. Llegado este momento, en la iglesia se inició una trifulca entre los fieles y los que acompañaban al obispo, luego de la cual el párroco fue hospitalizado debido a una conmoción cerebral y a la rotura de varias costillas.

Es evidente que más allá de los planes militares de rusos y ucranianos, que sólo aguardan el motivo para poder activarse, son inminentes los conflictos locales a librarse en casi todas las parroquias ucranianas, donde clero y laicos suelen estar divididos en cuanto a la orientación hacia una u otra tradición o jurisdicción eclesiástica.