En Japón, una vivienda de cada siete se encuentra deshabitada: el invierno demográfico está pasando factura
Hay 9 millones de casas deshabitadas, casi el 14 por ciento del parque residencial del país. El fenómeno está destinado a aumentar con el envejecimiento de la población. Tiene gran incidencia el movimiento de personas desde las prefecturas periféricas hacia Tokio, pero también los ancianos que mueren o van a residencias para personas mayores. Los edificios no reciben mantenimiento y quedan expuestos a derrumbes e incendios dolosos.
Tokio (AsiaNews/Agencias) - El envejecimiento irrefrenable de la población japonesa (en 2023 el número de nacimientos alcanzó un mínimo histórico) es el factor principal del aumento sin precedentes del número de casas vacías y abandonadas en Japón. Según un relevamiento del gobierno que se publicó el 30 de abril, hay un total de 9 millones de viviendas desocupadas, el 13,8% del total del país, o 1 de cada 7. La progresiva despoblación de las prefecturas periféricas también influye en la cifra: la tasa es más alta en Wakayama y Tokushima, con un 21,2%, seguidas de Yamanashi, con un 20,5%, con excepción de Tokio.
Alrededor de la mitad de los 4,76 millones de viviendas vacías (akiya en japonés) están en alquiler o en venta, según los datos publicados por el Ministerio del Interior, mientras que otras 380.000 están destinadas a un uso estacional u ocasional. Pero el dato más significativo es el número de casas abandonadas y no destinadas al uso, que aumentó en 370.000 unidades respecto al anterior relevamiento y actualmente son 3,85 millones, la cifra más alta jamás registrada. Muchos de estos edificios se encuentran en condiciones precarias, con ventanas mal iluminadas, paredes cubiertas de vegetación trepadora y techos inestables. A menudo están expuestos al riesgo de derrumbe porque no han recibido mantenimiento desde hace mucho tiempo, así como a incendios intencionales que afectan la seguridad del barrio, o incluso se convierten en lugares de vertidos ilegales de residuos.
Los relevamientos, el último de los cuales se llevó a cabo en octubre de 2023, se realizan cada cinco años desde 1948. El aumento continuo del número de casas deshabitadas se registra desde 1973 y la cifra se ha duplicado en los últimos 30 años, en consonancia con el invierno demográfico que se vive desde hace décadas en Japón. Por otro lado, aumenta el número de trabajadores extranjeros en el país, sobre todo como resultado de iniciativas políticas, entre ellas la decisión del Gabinete del pasado mes de marzo de permitir que otras 820.000 personas participen en programas de empleo hasta 2028. La muerte de personas mayores - que también registran una cifra récord: 1.590.500 en 2023 - contribuye al aumento del número de viviendas vacías. Pero también su traslado a residencias de ancianos, así como el fenómeno de las "familias nucleares", cuando los hijos viven junto con sus padres, aunque separados. Además, después de las muertes, las casas heredadas por familiares quedan descuidadas y desprotegidas debido a los altos costos de demolición y otras dificultades, como la escasa posibilidad de venderlas.
Se presume que el número de casas akiya está destinado a aumentar en el futuro, sobre todo debido al envejecimiento de la generación del baby boom. Para contrarrestar esta tendencia, en diciembre pasado el gobierno introdujo modificaciones a una ley según la cual los funcionarios municipales pueden pedir a los propietarios de viviendas desocupadas que sigan reglas específicas de gestión de edificios, caso contrario las casas abandonadas ya no podrán acceder a los beneficios fiscales.
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