En Faisalabad, un cristiano es raptado por un propietario musulmán: quiere quitarle la casa
Afzal Masih, padre de tres hijos, está desaparecido desde el 19 de septiembre. Su casa linda con la de Fasi Ullah, un empresario musulmán que lo acusa de hurto. Familia del peón: “El objetivo del musulmán es apoderarse de nuestra casa, tal como hizo con otras dos casas de cristianos”.
Faisalabad (AsiaNews) – Afzal Masih, un trabajador cristiano y padre de tres hijos, fue raptado por un musulmán, propietario de una fábrica de ladrillos. Es lo que denuncia la familia del hombre, que reside en Malkhanwala, Faisalabad, la cual refiere que Afzal está desaparecido desde el 19 de septiembre pasado. Los parientes han pedido reiteradamente al musulmán Fasi Ullah que entregue al peón. Pero él sostiene que el cristiano habría cometido un delito de hurto y que está tras las rejas por ese motivo. La madre y la hermana de Afzal rechazan las acusaciones y se quejan de que todo el caso no es más que un intento –de Ullah- de apoderarse de su casa.
Afzal trabaja en una fábrica de ladrillos distinta de la de Ullah. No tiene ningún lazo con el musulmán, excepto el hecho de que sus respectivas casas lindan entre sí. El 19 de septiembre, Fasi Ullah mandó a llamar al cristiano y a la madre Safia Bibi. Al llegar a su casa, el empresario acusó a Afzal de haberle robado 250.000 rupias pakistaníes [cerca de 2.000 euros, ndr] de la habitación de un familiar. Por lo cual retuvo al cristiano y mandó de vuelta a la madre. Desde ese momento, nadie volvió a ver al hombre.
La mujer ha suplicado en reiteradas ocasiones que se le devuelva a su hijo, pero cada vez que se acercó donde el propietario de la fábrica de ladrillos, lo único que recibió fueron insultos y amenazas. Ella incluso acudió a la policía, pero no hay ningún rastro de Afzal. El musulmán está amenazando a Safia con consecuencias peores, a no ser que la familia entregue a sus otros hijos o la casa.
Shazad Masih, la hermana del peón, y la madre se oponen al pedido de abandonar su casa. Al hablar con AsiaNews, las mujeres lamentan que “el único objetivo de Fasi Ullah es apoderarse de nuestra casa, puesto que él ya ha ocupado otras dos casas de cristianos. Somos muy pobres y no contamos con fuerzas como para oponernos ante un juez, sobre todo porque él es muy influyente y tiene poder. A diferencia de nosotros, que trabajamos todo el día en una fábrica de ladrillos y sólo tenemos una pequeña propiedad. No queremos que nuestra casa sea ocupada”.
El padre de Afzal es minusválido y está postrado, motivo por el cual su familia gasta todo lo que tiene para solventar la atención y los cuidados que requiere, a menudo contrayendo deudas. “Rogamos a Dios para que nos ayude y nos devuelva pronto a nuestro hijo”, concluyen los padres.