En Bombay, expulsan a dos cristianas evangélicas por distribuir volantes en una fiesta hindú
La ceremonia era en honor del dio Ganesh. En el volante se narraba la historia de dos personas que fueron curadas de graves enfermedades gracias a su conversión al cristianismo. Sajan K George: “Las historias de las sanaciones dan un mensaje equivocado, pero de todas maneras, las muchachas no estaban haciendo nada ilegal”.
Bombay (AsiaNews) – Dos muchachas cristianas evangélicas, fueron expulsadas de una fiesta hindú por distribuir pequeños volantes, donde se proclamaba a Jesucristo como el único y verdadero Dios. El evento se celebró el 17 de septiembre pasado en el área de Chemburm, en Bombay. Ese día, en el distrito se estaba celebrando la fiesta de Ganesh, el dios hindú con cabeza de elefante. Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), defiende a las jóvenes: “Sólo estaban distribuyendo volantitos a quien los quisiese. Nadie estaba obligado a tomarlos”.
Las jóvenes fueron expulsadas y acusadas de hacer proselitismo en un evento religioso hindú. En los volantes se relataba la historia de dos personas que habrían sido curadas de graves enfermedades (un tumor cerebral y el virus del SIDA/HIV) tras abrazar la fe cristiana. El opúsculo afirmaba que la curación se produjo porque el cristianismo es el único camino para alcanzar la paz, la libertad y una vida saludable.
Un habitante del lugar se queja, diciendo que las cristianas evangélicas “se negaban a moverse, pese a que incluso la policía las invitó a retirarse del lugar. Comenzamos a protestar y finalmente se fueron”. Sajan K George rrecuerda que “en la India laica, la libertad religiosa es una garantía constitucional. Las dos jóvenes querían difundir la Buena Noticia libremente y sin coerciones a cualquiera que estuviese dispuesto a escuchar”.
El líder cristiano informa que en el pequeño volante aparecía la leyenda “Jesucristo ha muerto en la cruz por [el bien] de la humanidad y ha testimoniado la liberación de todos los sufrimientos”, y un pasaje del Evangelio de Juan (3, 16); “En efecto, Dios amó tanto al mundo, que entregó a Su Hijo unigénito para que, quien crea en Él no muera, sino que tenga la vida eterna”. En lo que respecta al caso de las presuntas sanaciones de graves enfermedades, él advierte que “el volantito daba un mensaje de la fe cristiana que es equivocado. Pero de todos modos, las mujeres no estaban haciendo nada ilegal o prohibido”.