Empresaria iraní: las sanciones de Trump afectan al pueblo, no al gobierno

Leila Daneshvar, una de las primeras mujeres manager del país, fundó una empresa que produce suportes para discapacitados. El acuerdo nuclear abrió el camino a las inversiones extranjeras; redobladas las ventas, multiplicados los beneficios. La decisión de la Casa Blanca canceló todos los beneficios: obreros licenciados, costos de producción quintuplicados. El futuro sigue siendo una incógnita.

Taherán (AsiaNews)- La decisión dl presidente de EUU, Donald Trump de cancelar el acuerdo sobre lo nuclear (JCPOA) e introducir nuevas sanciones contra Teherán, las más duras de la historia según el secretario de Estado, Mike Pompeo, no son sólo elecciones geopolíticas o estrategias. Se trata de decisiones que comportan repercusiones- a menudo graves y nefastas-sobre la vida de las personas, sobre todo en Irán donde mayores son los efectos “colaterales”. La historia de la empresaria iraní Leila Daneshvar-un de las primeras mujeres en guiar una empresa en la República islámica-es ejemplar en este sentido.

Por años, como narra al Middle ast online, la mujer combatió en una sociedad y en un modo prevalentemente masculina, para afirmar su propia empresa que produce suportes para la movilidad para ancianos, discapacitados, usado por privados y en los hospitales públicos. Entre las pocas empresarias el femenino, Leila logró imponerse gracias a las financiaciones de inversores europeos.

Hasta hace pocas semanas, cuando la decisión de Trump le ha- de hecho- drenó las principales fuentes de su empresa que fue cuidado desde la infancia, cuando observaba al padre “un mecánico” trabajando en su garaje. En esa época en Irán no existían estudios en esta materia, por esto “frecuenté una universidad en India. Y también allí era la única mujer”

Con la fuerza de la voluntad llevó a cumplimiento sus estudios y hoy, a 37 años, está al cargo de una empresa. “Estuve en Europa-cuenta- y vi a los discapacitados vivir una vida feliz, independiente. Deseé que también en mi país las personas de mi pueblo pudiesen beneficiar de estos instrumentos. No es complicado, soy una ingeniera mecánica-se dijo- y puedo hacerlo”.

El cambio para la compañía Ktma, que vende bajo la marca de “Señor”, llega en los primeros meses de 2016, poco después de la firma del acuerdo nuclear deseado por la precedente administración de EEUU guiada por Barack Obama. El alejamiento de las sanciones abrió camino a los inversores extranjeros; entre éstos se propuso una sueca, Anna Russberg, que compró el 255 de la empresa y facilitó capital y conocimientos.

“A las personas gustó-recuerda Anna- nuestro mix. Trabajábamos respetando las competencias. Ella era ingeniera, la mente. Yo, la mujer de negocios”. Juntas han sabido superar pequeños y grandes desafíos, como el tener que usar el velo obligatorio (hijab) cuando “estás en realizando trabajos manuales” explica Lila con una sonrisa. El hecho de ser mujer tiene también sus ventajas: “Todos-agrega-se recuerdan de ti”.

El bloqueo de las sanciones había comportado una disminución de los costos de producción; de aquí la posibilidad de realizar artículos de calidad a un precio inferior respecto a los competidores extranjeros. Antes del redoble de las ventas, luego la firma para un gran suministro a los hospitales de Qatar. Hasta la decisión de Trump, si bien los efectos ya se habían comenzado a sentir en precedencia, porque las amenazas del inquilino de la Casa Blanca en los meses precedentes ya habían tenido repercusiones negativas en los negocios.

Hoy es muy difícil importar materiales para la producción, sobre todo el acero. “Ahora debo elegir- subraya Leila- si cerrar la empresa o continuar produciendo a precios más altos”. El mes pasado “tuvimos que despedir a 5 obreros” porque “no estábamos en grado de pagar los salarios. Algo que rompe el corazón”

La mujer escuchó el discurso de Trump dl 8 de mayo pasado con un mezcla de furia y horror, en particular cuando afirmó que estaba cerca del pueblo iraní y contra su gobierno. “Estas no son sanciones contra el gobierno-concluye- sino contra el pueblo. ¿Qué puedo hacer? No lo sé”

Mientras tanto los inversores como Anna se alejan.