El yudoka expulsado por Teherán compite en Israel
En 2019, Saeid Mollaei, presionado por Teherán, perdió deliberadamente en el Mundial para no enfrentarse con un rival israelí. Tras huir al exilio, Alemania le concedió el estatus de refugiado y obtuvo la ciudadanía mongola. Hoy compite en Tel Aviv. A su llegada, fue recibido por el rival con quien debía haberse batido. Sagi Muki: es una presencia "histórica".
Tel Aviv (AsiaNews/Agencias) - En el Mundial de Tokio 2019, había revelado que perdió a propósito - tras recibir amenazas de la Federación Iraní - para no tener que competir con un oponente israelí. Hoy, tras haber obtenido de Alemania el status de refugiado político, el campeón de yudo Saeid Mollaei compite en un evento deportivo que se celebra en Israel.
Nacido en Teherán el 5 de enero de 1992, la historia de Moallei llenó las noticias deportivas y no deportivas a principios de 2019. El año anterior, en Bakú, había sido campeón del mundo en la categoría de 81 kg y se preparaba para repetir el título en el evento en Japón. Sin embargo, en el camino hacia la medalla de oro, se avecinaba un desafío con el israelí Sagi Muki. Como sucedió en otras ocasiones y para otros deportes, la dirección deportiva de la República Islámica intervino para impedir la lucha.
Como consecuencia de las amenazas, Moallei perdió la semifinal contra Matthias Casse y, al término de la competición, huyó a Europa, donde solicitó asilo político, alegando que temía por su vida si regresaba a Irán. Tras un breve paréntesis bajo la bandera del Equipo Internacional de Refugiados (IJF), hoy compite por Mongolia, país del que obtuvo la ciudadanía. A raíz del asunto, el Comité Disciplinario de la Federación Internacional de Yudo suspendió a la Federación Iraní por violar la Carta Olímpica y las normas de la federación.
A dos años de los hechos, Saeid Mollaei se encuentra actualmente en Israel para participar en una competición de dos días, el IJF Grand Slam. Los medios de comunicación locales celebraron su llegada y calificaron como "histórica" su presencia en el evento deportivo. Los festejos y las celebraciones también provienen de aquel que hubiera sido su rival en los Juegos de Tokio 2019: el israelí Sagi Muki. Este último publicó en las redes sociales una imagen de él y Moallei abrazándose, con un "Bienvenido hermano" al pie de la foto. "Este es un gran mensaje para el mundo", dijo Muki a la radio israelí. "Es algo que podrá acercar a Irán e Israel. Y que muestra de forma sencilla cómo el deporte es un medio para unir a la gente y derribar barreras".
La reacción oficial de los iraníes ha dejado en claro que no coinciden en absoluto con esta mirada. Con fastidio y desdén, se refirieron a la participación de uno de sus (ex) atletas en una competencia en Tel Aviv: "Esto no es un honor", dijo el presidente de la Federación Iraní de Yudo, Arash Miresmaeili. Y dirigiéndose a Mollaei, agregó: “es una mancha de vergüenza en tu frente, que permanecerá para siempre, porque has dado la espalda a los ideales del sistema, a tu patria, y te sientes orgulloso de ello".
02/09/2019 10:09