El patriarca maronita apunta contra los enemigos que 'no quieren un presidente cristiano'
El cardenal volvió a hablar sobre el difícil proceso de elección del sucesor de Aoun. Ya han terminado en punto muerto cinco sesiones parlamentarias. Se profundiza cada vez más la fractura -aunque no lo nombra- con Hezbolá. Los desacuerdos sobre el artículo 49. Los patriarcas y obispos libaneses lanzan una comisión especial de "Verdad y Reconciliación".
Beirut (AsiaNews) - Son graves, y destinadas a provocar discusiones, las sospechas que ha planteado el patriarca maronita en la homilía de la pasada misa dominical. El cardenal habló de los enemigos del Líbano "que no quieren elegir un presidente, y además consideran no necesario o de importancia relativa el hecho de que sea un cristiano maronita” según la tradición y la Constitución. El mandato del presidente Michel Aoun (31 de octubre) expiró hace dos semanas y el Parlamento todavía no ha sido capaz de elegir un sucesor.
Nosotros desearíamos -dijo en resumen el jefe de la Iglesia maronita- que el presidente fuera elegido por consenso, pero el jefe de Estado "que nosotros queremos es alguien que desafíe a todos aquellos que desafían a los libaneses y al Líbano, y que frustre todos los esfuerzos ocultos y visibles para desnaturalizar la identidad nacional e histórica” del país de los cedros. Con estas palabras el cardenal Raï ha descrito el retrato de un adversario específico “con múltiples lealtades” que, según los observadores, acaba correspondiendo a Hezbolá, el gran movimiento libanés proiraní que él sigue atacando aún sin nombrarlo explícitamente.
“No permitiremos que se destruya su especificidad, su identidad [del Líbano] y su pluralismo, y todo lo que representa en este Oriente una patria que ha sido un refugio nacional seguro tanto para los cristianos como para todos los demás […] En el contexto de una nación democrática y civilizada. Y fue sobre estos nobles objetivos que el Líbano tomó forma en 1920 y sobre ellos se seguirá fundando”.
“No renegaremos de los sacrificios que han hecho el Líbano y todos los libaneses, ni del sacrificio de los mártires que cayeron para defender -prosiguió- este modelo de civilización y para salvaguardar el pluralismo nacional”. En el transcurso de su homilía tampoco escatimó ataques contra los que “inventan justificaciones en cada elección presidencial para controlar su desarrollo”, cuando en ese sentido “la Constitución es clara”.
Controversia sobre el art. 49
El patriarca maronita se estaba refiriendo a la "controversia" sobre la interpretación del art. 49 de la Constitución, que establece que en la segunda vuelta el jefe de Estado puede ser elegido por la mayoría absoluta de los diputados (65 de 128) y ya no por las dos terceras partes de los electores, como en la primera vuelta (es decir, 86 diputados de 128). Él considera que en la segunda vuelta debe cambiar el quórum requerido para la elección, que es precisamente lo que se niega a conceder el presidente de la Cámara, Nabih Berry, líder del movimiento chiita Amal, exigiendo que en cada votación se alcance un quórum de dos tercios de los diputados. En referencia a las cinco sesiones que ya se han celebrado para elegir presidente, el patriarca consideró que la única manera de elegir un nuevo jefe de Estado es con "sucesivas votaciones diarias" acompañadas, en paralelo, de "consultas entre bloques parlamentarios".
Por otra parte, ante la presistente imposibilidad de elegir un sucesor por consenso y que sea capaz de hacer frente al imperativo de un Líbano soberano, el jefe de la iglesia maronita ha vuelto a pedir que se realice un "congreso internacional" bajo la tutela de la ONU. "Las Naciones Unidas, así como cualquier país que se considere amigo del Líbano, está interesada -insistió el cardenal- en que se celebre ese congreso".
“Los que hacen la historia son los grupos parlamentarios y ninguna otra entidad”, afirmó en cambio el mufti jafarita Ahmad Kabalan, cercano a Hezbolá, el mismo día de la misa del patriarca, casi como contrapeso de sus palabras. “El congreso internacional -respondió, aunque indirectamente, al primado maronita- diluye la soberanía libanesa [...] por eso la solución [...] pasa sólo por el Parlamento, y no por la intervención de un congreso internacional”.
Anteriormente, el 11 de noviembre, el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, había declarado que su partido quiere un presidente "que no traicione a la Resistencia, que no conspire contra ella y que no la apuñale por la espalda". Obviamente, con el término "Resistencia" se refiere a su propio partido.
"Verdad y reconciliación"
Al mismo tiempo, la semana pasada la Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano (APECL) conmemoró -durante la 55ª sesión, del 7 al 11 de noviembre- el 25 aniversario de la Exhortación Apostólica "Una nueva esperanza para el Líbano". El tema de esta sesión fue "la purificación de la memoria", como pide el Papa Juan Pablo II en dicha exhortación. Con ese fin la APECL ha decidido crear una "Comisión de la Verdad y la Reconciliación", integrada por "sabios" que deberá ponerse en contacto con todas las partes libanesas -ya sean religiosas, políticas o civiles- con las cuales preparar el terreno para llevar a cabo este trabajo sobre la memoria.
17/12/2016 13:14
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