El p. Ibrahim: desde la diplomacia señales de esperanza, en Alepo situaciones todavía dramáticas
En Ginebra cauto optimismo después de los coloquios Onu. Párroco de Alepo: “De hace 60 días sin agua, falta la electricidad”. Los proyectos de la Iglesia: comida, electricidad, salud. Y en el medio período reconstrucción de casas y actividades comerciales. Las ayudas a las parejas jóvenes, “futuro” de la ciudad.
Alepo (AsiaNews)- Los encuentros a nivel diplomático representan siempre “un signo de esperanza para nosotros” y de seguro en los coloquios que se desarrollaron en Ginebra “algo de positivo hay para nosotros”. “Cierto, surgen con claridad las diversas opiniones, el camino que hay que seguir es muy largo, hay obstáculos, pero siempre hay un signo de esperanza”. Es cuánto narra a AsiaNews el p. Ibrahim Alsabagh, franciscano de 44 años, guardián y párroco de la parroquia latina de Alepo, comentando la última ronda de coloquios sobre la paz en siria, bajo la égida de la Onu, que se concluyó ayer en Ginebra. “Aquí, nosotros en Alepo continuamos cultivando esta esperanza-agrega el sacerdote- manteniendo firme el camino indicado por la Iglesia aún antes del conflicto. Es necesario cambiar tantas cosas, pero se lo puede hacer sólo a través del diálogo, no con las armas”.
“La salida de los grupos armados de Alepo-explica el p. Ibrahim-es un suceso fruto del diálogo, un compromiso alcanzado gracias a la mediación de todas las partes en causa. Y fue un cambio esencial para los habitantes de la ciudad”. “También sabemos- agrega- que hay muchos acuerdos en el terreno entre los grupos combatientes: así que, esperamos que estos acuerdos y los diálogos de Ginebra, unidos, den señales positivas para el bien del pueblo”.
Según lo que refiere el enviado especial de la Onu para Siria, Staffan de Mistura, los coloquios de Ginebra (Suiza) han concluido “con una nota más positiva” respecto a los encuentros del pasado. Ciertamente, también de los encuentros de esta semana-los primeros en casi un año bajo la égida de la Onu-no surgieron novedades substanciales y no se registraron pasos en adelante significativos.
Sin embargo, para el alto funcionario Onu el clima parece ser mejor respecto a los precedentes “coloquios indirectos” del pasado. Pequeños pasos en adelante favorecidos también por los encuentros de Astana en enero, por la mediación de Turquía, Rusia e Irán, que han reunido por primera vez alrededor de una mesa a los representantes gubernamentales por un lado y “todos” los principales grupos de la oposición por el otro lado.
“El tren está listo-afirmó de Mistura- se encuentra en la estación, está calentando el motor. Sólo necesita de una “acelerada”. Bocas cerradas entre los delegados de los gobiernos, que han dejado la sede de los coloquios sin haber dejado ningún comentario. Nasr al-Hariri, jefe negociador de la oposición, relanza: “Si bien hemos concluido esta ronda de coloquios sin resultados específicos… puedo decir que esta vez fueron más positivos”. “Por primera vez-concluye-hemos discutido en modo suficientemente profundo sobre Siria y sobre el futuro de la transición política en Siria”.
Ahora el objetivo es tener una nueva serie de coloquios o encuentros (por quinta vez) antes de fines de marzo o en los primeros días del mes siguiente. Al centro de las discusiones estarán los cuatro elementos claves: la forma de gobierno, un borrador de Constitución, las elecciones y la lucha al terrorismo. Este último punto fue puesto bajo las presiones de la delegación gubernamental, que considera por otro lado como “terroristas” a todos los grupos rebeldes y combatientes. Para las naciones Unidas en cambio son dos grupos terroristas, excluidos de los coloquios de paz: el Estado islámico (EI) y el ex –frente de al-Nusra, un tiempo emanación de al-Qaeda en el país árabe.
Mientras a la diplomacia internacional le cuesta encontrar una vía de salida de un conflicto que llegó ya al séptimo año y que ha causado 310 mil víctimas y millones de refugiados, en Alepo se experimenta un lento retorno a la normalidad. “Estamos bien desde el punto de vista de los misiles-cuenta el p. Ibrahim- también si en diversas zonas de la periferia se continúa combatiendo y a los hospitales llegan todavía heridos diariamente”.
El problema principal está constituido por la falta de energía eléctrica y de agua, las personas están obligadas a hacer colas día y noche para poder sacarla de los pozos o de los camiones-cisternas. “De hace casi 60 días falta el agua-cuenta el párroco-y la situación inicia a ser dramática”. Algunos habitantes tratan de reiniciar las actividades, repartir con los trabajos, tratando de reconstruir la cotidianidad del período pre-guerra. “Se trata de iniciativas personales-cuenta- pero son gotas en el mar de la necesidad y la economía de la ciudad está todavía atada a la subsistencia… Necesitamos reconstruir de cero”.
Frente a la necesidad, la Iglesia local inició algunos proyectos que irán al medio período. “Continuamos a dar comida, agua, remedios-cuenta el p. Ibrahim-para resolver la emergencia. Pero a esto, se agregan los proyectos de reconstrucción de las casas demolidas o dañadas en el conflicto. Hasta hoy tenemos 700 pedidos de reparación, el año pasado hemos reconstruido 268 y sólo en enero 30. El objetivo es llegar a dos mil dentro de fin de año”.
Los proyectos se enfrentan pero con dificultades objetivas: “Tomemos por ejemplo-explica el sacerdote- el proyecto de la reconstrucción de las casas: podemos contar con el trabajo de seis ingenieros de varias denominaciones cristianas, pero sentimos mucho la falta de mano de obra. Los jóvenes o se escaparon o fueron sometidos al servicio militar obligatorio y enviados a la guerra. Una situación dramática”.
La Iglesia además promovió también otros dos proyectos: el primero es el del apoyo económico a pequeñas actividades comerciales o empresariales, previa aprobación del proyecto. “Si son válidos-concluye el sacerdote los financiamos para permitir la reapertura de las actividades”. Y también a las jóvenes parejas que se casaron durante la guerra. “Una iniciativa-concluye el p. Ibrahim- importante para el futuro de Alepo: tenemos más de 750 familias con niños pequeños o apenas casados. Les damos un apoyo para los gastos alimenticios, la electricidad, la cobertura sanitaria. Queremos tutelar el núcleo primario y la base de la sociedad, inter-obrando con ellos descubrimos cuántas sean grandes las necesidades”. (DS).
09/03/2017 10:37
01/03/2017 11:09