El p. Gianni Re, superior Pime en Filipinas: después del tifón no sólo existe lo negativo. Hay también quien reconstruye
Manila (AsiaNews)- los desastres del tifón Haiyan generan cosas negativas, pero muestran también aspectos positivos del pueblo filipino, "insistir sobre los elementos negativos como saqueos y las dificultades en la distribución de las ayudas, no rinde justicia a aquellos que hacen algo en una situación que permanece difícil". Es cuanto subraya a AsiaNews el p. Gianni Re, superior del Pime en Filipinas, que en la capital existe un continuo contacto con los misioneros y sacerdotes locales del archipiélago central, golpeado por el tifón Haiyan, que destruyó una larga zona de territorio larga 600 Km y que hizo ya más de 2300 víctimas.
"En los medios se habla de temores por la corrupción que podría surgir en la distribución de las ayudas; de los saqueos; de la lentitud con la cual llegan las ayudas de emergencia y como son distribuidas, pero se habla poco del hecho que muchas parroquias están ayudando en la reconstrucción, que las ayudas están, si bien es necesario hacer cuentas sobre la situación: Las Filipinas son un archipiélago y moverse de una parte a la otra no es para nada fácil".
El misionero recuerda que mucha gente saqueó por hambre y sed y esto no es castigado en el País ni siquiera por la ley. "Pero hay otros que saquearon levándose televisores, lavarropas, jeans, aprovechando de la confusa situación".
El p. Re, desde hace 33 años en Filipinas, tiene confianza en que la situación podrá mejorara en los próximos días: "La estación de los tifones parece haber pasado, el tiempo mejoró y esto hace esperar que los contactos con las zonas desastradas puedan ser retomados en breve. En algunas áreas- que hace algunos días estaban aisladas- fueron habilitadas las comunicaciones telefónicas; las ayudas fueron almacenadas, pero faltan los medios para transportarlas hacia las islas devastadas. Antes del tifón, el gobierno filipino dijo que poseía tres aviones C130, pero son demasiado pocos para la necesidad de alimentos, agua y otros elementos para los centenares de personas necesitadas. La llegada del portaviones USA, George Washington podrá facilitar el aterrizaje y vuelo de helicópteros.
El sacerdote explica que los camiones cargados de ayudas están en filas esperando a los transportadores para llevar las ayudas a las islas de Leyte y Samar.
Los medios han criticado a la presidente Benigno Aquino por la ineficiencia y la desorganización, pero, explica el p. Re, "hay que entender que en estos casos la estructura institucional de Filipinas da la responsabilidad a las autoridades locales. En algunas zonas, estas autoridades han hecho un buen trabajo, en otras no. En Iliolo, Antique y otros lugares, la policía iba dando vueltas con altoparlantes para avisar de la emergencia, transfiriendo aún con la fuerza a las personas a edificios seguros, acumulando comida y agua. En otros lugares la gente no ha querido saber nada de abandonar sus propias casas... En cada caso, se debe decir que nadie se esperaba un tifón tan violento, con vientos de hasta 350 Kms H".
"Poco a poco las escuadras de emergencia llegan a los lugares devastados, y se dan cuenta que los daños son mayores de cuanto se pensaba".
Muchas parroquias no afectadas han decidido hermanarse con las parroquias golpeadas. "Hay zonas que han tenido terribles destrucciones, como Iolio, pero que los medios no citan nunca. Ahora son las parroquias las que están ayudando a la población distribuyendo comida, agua, carpas de plástico para hacerlas habitables y dar elementos a aquellos que tienen sus casas sin techo".
Mons. Broderik Pabillo, obispo auxiliar de manila y presidente de la Comisión de Acción social, invitó a un grupo de expertos a las zonas afectadas para tener una idea clara de las necesidades y para coordinar las ayudas de la iglesia católica. La Iglesia filipina lanzó una campaña de recolección de materiales de emergencia (remedios, comida, agua, carpas,...) y fondos en dinero destinado para la reconstrucción.
