El optimismo de Teherán es más fuerte que las nuevas sanciones

de Darius Karimian

Los Estados Unidos han aplicado sanciones para los grupos ligados a los test de misiles. Pero Obama exalta los “progresos históricos” llevados a cabo por Irán. La bolsa responde bien en Teherán; el rial ha aumentado su valor; los periódicos económicos están de moda. Los temores por las próximas elecciones del Consejo de los expertos y del parlamento.

Teherán (AsiaNews) – Las nuevas sanciones contra las pruebas de misiles de Irán, aplicadas ayer por los Estados Unidos, no eliminan el alivio y el optimismo que se percibe entre la población iraní, que desde ayer ha visto la caída de todas las sanciones y el embargo de la comunidad internacional ligada a su programa nuclear, luego del acuerdo firmado en julio pasado y la verificación de los últimos meses. El presidente Hassan Rouhani hablo de “una nueva página” entre Irán y la comunidad internacional, e incluso su homólogo de los EEUU, Barack Obama, citó los “progresos históricos” llevados a cabo por Irán en los últimos días.

Con el fin del embargo son desbloqueadas las transacciones financieras; Irán vuelve a gestionar los fondos bloqueados en los EEUU y en Gran Bretaña, y vuelve a vender su petróleo y su gas sin límites

Rouhani espera que este año el Producto Bruto Interno crezca un 5%.

Las nuevas sanciones de los EEUU abarcan sólo 11 entes e individuos ligados al programa misilístico, que serán excluidos del uso del sistema bancario norteamericano, pero no podrán frenar el nuevo repunte de la economía iraní, dado que el país es visto como uno de los mercados más prometedores en el mundo.

Un signo de este optimismo: ayer, en todos los kioscos de diarios de Teherán había largas colas para comprar los periódicos, sobre todo aquellos especializados en economía. El diario más famoso, el Donya-ye Eghtesad (El mundo de la economía) agostó sus ejemplares a la venta, y muchos otros tuvieron que imprimir dos o tres ediciones, que fueron agotadas en su totalidad

La bolsa de Teherán reaccionó muy bien, y el rial se fortaleció un 5% frente a todas las monedas más importantes. No se sabe a ciencia cierta cuánto durará esto. Los expertos afirman que con la caída de las sanciones llegarán también problemas: el hecho de que el precio del petróleo haya descendido tanto (hoy el crudo Bent cayó por debajo de los 28 dólares), significa que la recuperación iraní no podrá ser tan veloz; el gobierno, por otro lado, no tiene reservas consistentes en moneda extranjera; la caída de las sanciones generará, inevitablemente, un crecimiento de las importaciones: todo esto llevará, tarde o temprano, a un debilitamiento del rial. “Es muy importante –afirma un hombre de negocios- que sea corregida la idea, que impera entre la gente, de que los problemas de Irán se resolverán de un día para el otro”.

En general, la gente ha perdido las ganas de la Revolución khomeinista y está cansada de las tensiones con los países del mundo, y de la mala situación de la economía. La población espera que haya un incremento del nivel de vida, y una mayor apertura hacia las naciones extranjeras.

Se plantea un signo de interrogación en torno a la cuestión de cómo responderá la facción conservadora, ligada al mundo de los ayatolá más duros y a las Guardias revolucionarias, que ha tenido que aceptar los acuerdos nucleares y entrar en un estilo de mayor diálogo con el mundo.

El temor más grande, afirma un analista que quiere mantenerse en el anonimato, “es el conflicto político entre el gobierno de los moderados y los conservadores radicales. Nuestro país tiene por delante dos citas electorales cruciales, programadas para el 26 de febrero: la elección del Consejo de los expertos (el grupo que verifica las decisiones de los líderes) y la de Majlis (el parlamento). Si vencen los moderados, que actualmente están en el gobierno, el camino ha de ser tranquilo, pero si ganan los radicales, el camino de la distensión podría estallar. Por ahora, Rouhani, con el fin de las sanciones, se ha adjudicado una victoria pre-electoral”.