El interés de los árabes en Asia Central

de Vladimir Rozanskij

Se celebró en Yeda una cumbre entre el Consejo de Cooperación de los Estados del Golfo y los países de Asia Central. El objetivo es ampliar la colaboración económica a partir de la comunidad religiosa. Alrededor de 50.000 turistas sauditas visitan todos los años las ciudades históricas de Kirguistán y Uzbekistán.

Yeda (AsiaNews) - El 19 de julio se realizó en Yeda, Arabia Saudita, la primera cumbre del formato "Consejo de Cooperación de los Estados del Golfo - Asia Central", a la que asistieron representantes de 11 países: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Omán y Baréin junto con los presidentes de los cinco países de Asia Central, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán. El encuentro se llevó a cabo por iniciativa de Riad, con el objetivo de potenciar la colaboración económica interregional, la expansión de las oportunidades de inversión, la seguridad y el desarrollo de las relaciones humanitarias. El encuentro estuvo presidido por el príncipe heredero del reino de Arabia Saudita, Muhammed bin Salman, quien destacó la necesidad de intensificar los esfuerzos colectivos para resolver los problemas que afectan la seguridad energética y la cadena productiva mundial.

El presidente de Kirguistán, Sadyr Zhaparov, se centró en los problemas relacionados con Afganistán, Palestina, Yemen y Siria, así como con Sudán y Ucrania. Según informó el servicio de prensa, observó que "cualquier conflicto se debe resolver exclusivamente por medios políticos y diplomáticos, en la mesa de negociación y sobre la base de los principios comúnmente reconocidos y las normas del derecho internacional". Zhaparov también hizo propuestas de cooperación económica, hablando en nombre de todos sus colegas de la región.

Explicó que “Asia Central tiene un gran potencial en el campo del comercio, de la transición logística entre Asia y Europa, por lo que sugiero encomendar a nuestros gobiernos que propongan nuevas formas de colaboración, intercambiando experiencias y competencias en todos los sectores importantes, desde la energía hasta las infraestructuras, pasando por la agricultura, la salud, el turismo, las tecnologías de la información y todas las innovaciones”. Zhaparov planteó entonces a los Estados del Golfo la posibilidad de participar en el megaproyecto de construcción de una nueva línea ferroviaria "China-Kirguistán-Uzbekistán", para facilitar el transporte de todo tipo de mercancías y al mismo tiempo "estimular el intercambio cultural".

La delegación de Omán estuvo encabezada por el viceprimer ministro Sayid Asaad bin Tariq Al Said, que en nombre del Sultan Oman Haysam abordó la cuestión de Palestina: “el pueblo palestino tiene derecho a la autodeterminación, con la capital en Jerusalén Este”, tal como está previsto en los acuerdos internacionales y las iniciativas de paz de los países árabes. El presidente uzbeko, Shavkat Mirziyoyev, también intervino para señalar que los países de Asia Central están ampliando el régimen de ingreso sin visa, en función der una mayor colaboración con la región del Golfo Pérsico; también insistió en la necesidad de contrarrestar la islamofobia, el extremismo y el racismo en todo el mundo.

El ministro de Inversiones de Arabia Saudita, Halid bin Abdel, hizo declaraciones muy optimistas después del encuentro, sobre la ampliación de las relaciones entre los países de las dos regiones, que "son partes importantes del sistema internacional de mercado, y la comunidad religiosa, que existe desde el siglo XIV y hace que estas relaciones sean particularmente sólidas". El diputado kirguís Nurzhigit Kadyrbekov, a la cabeza del grupo "Amistad kirguís-árabe", recordó que "hasta ahora no había una sede para que los líderes árabes y centroasiáticos se reunieran en forma personal, pero ahora se abren muchas posibilidades nuevas, son dos regiones que se necesitan la una a la otra... ellos no tienen la naturaleza que tenemos nosotros y nosotros no tenemos el petróleo que tienen ellos".

Los árabes están particularmente interesados en el turismo en los países de Asia Central y en su producción agrícola. Según las estadísticas de este año, cerca de 50 mil turistas provenientes del Golfo, principalmente de Arabia Saudita, visitaron las ciudades históricas y las zonas turísticas de las montañas entre Kirguistán y Uzbekistán. Los alimentos asiáticos también son muy populares entre los árabes, especialmente la miel de montaña.