El ejército sirio avanza sobre Idlib y rodea a los turcos en Mork
La reconquista de Khan Sheikhoun marca el inicio de un ataque que conducirá a la liberación de Idlib. Damasco parece haber roto los pactos con Moscú y Ankara y quiere expulsar a los turcos del territorio de Siria. Todo parece ser una guerra entre Siria y Turquía, y no entre Damasco y los mercenarios de Idlib, sostenidos por Ankara y Doha. Sitiar Mork es una respuesta directa ante la decisión turco-americana de crear una zona de seguridad en el norte de Siria.
Damasco (AsiaNews) - Con la toma de Khan Sheikhoun hace dos días, ha pasado a manos del ejército sirio el control de la carretera que conecta Idlib y Hama. En la provincia de Hama, casi totalmente en manos de Damasco, ya no se ve la presencia de combatientes de Al Nusra. Según muchas fuentes locales, la reconquista de Khan Sheikhoun marca el inicio de un ataque que conducirá a la liberación de Idlib, devenida, junto con Afganistán, uno de los lugares de mayor concentración de terroristas en el mundo. Ello también llevará a la liberación de todos los territorios ocupados en el norte y en el sur del país. La zona de Khan Sheikhoun es aquella donde en los últimos años los “cascos blancos” habían difundido las noticias sobre infames ataques con gas sarín perpetrados contra civiles, y que, según otras fuentes, eran noticias falsas.
La reconquista de Khan Sheikhoun marca un giro histórico en las relaciones entre Damasco, Moscú, Ankara y Teherán. Fuentes parlamentarias sirias explican que hasta ahora, Moscú había invitado a Siria preservar la calma, y que ello le permitió a Ankara estirar los plazos por un año, evitando poner en acto cuanto fue acordado en Astana. Ahora pareciera que la paciencia de Damasco se ha agotado. El ejército sirio ha cruzado las líneas rojas que Moscú había marcado para no perturbar los equilibrios regionales e internacionales. Estas líneas ya no tienen más valor para el gobierno sirio. En las columnas del periódico Teshreen se lee: “Moscú es un aliado y debe apoyarnos, y dejar de plantear objeciones en aquello que atenta contra los intereses sirios”.
Para empujar al ejército sirio a replegarse y no conducir ningún ataque, hace 15 días, Turquía envió tropas de refuerzo. Pero el ejército sirio no se detuvo y ayer incluso logró rodear la base turca de observación militar levantada en Mork, en el sur de Idlib. Todo parece ser una guerra entre Siria y Turquía, y no entre Damasco y los mercenarios de Idlib, respaldados por Ankara y Doha.
Ayer, la Radio siria comentó: “La cuestión no es si Mork será evacuada, sino de qué manera ocurrirá esto”. La misma fuente afirma que se están realizando intensas consultas secretas entre rusos y turcos para garantizar una retirada menos humillante para Ankara. Otras fuentes hablan de una huida de gran parte de los ocupantes extranjeros y turcos de Mork. En realidad, según el video aparecido ayer en las redes sociales, en Mork todavía hay habitantes y combatientes.
Varios analistas consideran que la decisión de sitiar Mork parece ser una respuesta directa de Siria ante la decisión turco-americana de crear una zona de seguridad en el norte de Siria. La respuesta de Damasco parece ser: “Es territorio sirio, y también será liberada”, invitando a Washington y a los kurdos a no confiar demasiado en la resistencia turca en Siria.
En tanto, la aviación rusa bombardea todos los días las posiciones y depósitos de armas sofisticadas, llegadas recientemente a Idlib. Siria abrió un corredor humanitario para permitir que la población civil pueda huir de la zona de combate, garantizando su protección, ayuda logística y sanitaria e inmunidad para quienes no sean responsables de crímenes de guerra.
Muchos civiles ya se han pasado a Siria. Pero una parte de ellos -sobre todo, aquellos que son responsables de acciones belicosas contra el gobierno, y sus familiares- han optado por retirarse al centro de Idlib, cuya defensa parece ser cada vez más frágil.