El desertor norcoreano plagado de decenas de parásitos: una preocupante situación humanitaria
Fue encontrado la semana pasada, herido por disparos. Los gusanos se contraen al comer verduras sin cocinar, cultivadas con fertilizantes obtenidos de excrementos no tratados. Corea del Norte no tiene recursos para un servicio de salud moderno, pero se niega a admitir las malas condiciones de salud y la malnutrición, para proteger su imagen.
Seúl (AsiaNews/Agencias) - Decenas de parásitos afligen al desertor norcoreano que cruzó la frontera entre las dos Coreas la semana pasada, herido al menos en seis ocasiones por los guardias fronterizos de Pyongyang. Además, el cuadro clínico del hombre se ve agravado por una parasitosis, la cual refleja la preocupante situación humanitaria que rige en el país.
El fugitivo, cuya identidad aún se desconoce, fue encontrado el 13 de noviembre entre una pila de hojas, herido. Llevado a los médicos surcoreanos, ha estado inconciente durante días, unido a un respirador que lo mantuvo con vida. Durante la última semana, el paciente ha dado signos de estabilización, pero su destino sigue siendo incierto.
Los médicos dicen que "la gran cantidad de gusanos" dentro de su cuerpo está contaminando las heridas, haciendo que su curación sea cada vez más difícil. El Dr. Lee Cook-jong, de Corea del Sur, comenta que "nunca había visto algo como esto en 20 años de carrera médica" y explicó que el gusano más largo extraído del intestino del paciente era de 27 cm.
Sus condiciones muestran una imagen alarmante de los estándares de salud e higiene de Corea del Norte.
Los seres humanos pueden contraer parásitos al comer alimentos contaminados, por picaduras de insectos o si el parásito penetra a través de la piel. En el caso del desertor, el primer caso es más probable. De hecho, según fue informado a Reuters por Lee Min-bok, experto en agricultura norcoreana, Corea del Norte utiliza heces humanas como fertilizante. "Los fertilizantes químicos fueron suministrados por el Estado hasta la década de los 70. Pero en la década de los 90, el Estado ya no podía proporcionarlos más, por lo que los agricultores comenzaron a usar excrementos", dice Lee. Cuando éstos no se tratan, pueden convertirse en un vehículo parasitario si las verduras no están cocidas.
Los parásitos debilitan el cuerpo al restar nutrientes y, si el intestino se rompe y los gusanos fluyen hacia el resto del cuerpo, el peligro aumenta con la dificultad para curar.
Mientras señalaba que la población de Corea del Norte está en mejores condiciones que otros países con una tasa de pobreza similar, el prof. Andrei Lankov de la Universidad Kookmin de Seúl informa: "Nordcorea no tiene los recursos para un sistema de salud moderno. Sus médicos tienen una capacitación inadecuada y trabajan con herramientas primitivas".
Se piensa que las plagas son un problema grave en Corea del Norte, como en muchos países pobres que usan heces como fertilizantes y no para hierven las verduras. Existen métodos para tratar las heces como fertilizantes, pero muchos países pobres tienden a descuidarlos. Corea del Norte es probable que esté entre ellos. Los estudios realizados por investigadores de Corea del Sur, basados en las condiciones de salud de los desertores visitados, muestran una alta tasa de parasitismo, hepatitis B y C, tuberculosis.
El prof. Lankov reafirma que la mala salud y la malnutrición tienen graves consecuencias, pero "Corea del Norte se niega a admitirlo porque les preocupa que esto pueda dañar demasiado su imagen".
El 21 de marzo, un informe de la ONU reveló que el 70% de los norcoreanos necesita ayuda alimentaria para sobrevivir y dos de cada cinco personas en Corea del Norte están desnutridas. El régimen de Pyongyang gasta el 22% de su producto interno bruto en gastos militares, mientras desfavorece a otros sectores. Y es justamente el hecho de que es un soldado lo que indica la situación del país: como señala The Washington Post, los miembros del ejército tienen prioridad en la distribución de alimentos.