El Tratado sobre misiles de alcance medio (INF) afecta exclusivamente a Washington y Moscú, dejando a Beijing la posibilidad de desarrollar nuevo armamento. Si bien son poco esperanzadoras, hay expectativas en torno a la misión que está cumpliendo actualmente en Moscú el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton. 

Moscú (AsiaNews/Agencias) –  Aunque resultan poco esperanzadoras, hay expectativas en torno a la misión que está cumpliendo en Moscú el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, que viajó a la capital rusa para reunirse con su homólogo y con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Él intentará explicar a ambos la decisión de Trump de retirarse del Tratado para el control de misiles nucleares de alcance medio (Intermediate-Range Nuclear Forces - INF), que fuera firmado por Reagan y Gorbachov en el año 1987.

El mismo Gorbachov, en una entrevista concedida ayer a la agencia rusa Interfax, afirmó que “abandonar estos acuerdos... muestra una falta de sabiduría”, porque retirarse de un tratado clave, referido al control de armamento nuclear concluido durante la Guerra Fría, es ir en sentido inverso de los esfuerzos orientados a obtener el desarme nuclear.

La decisión anunciada por Trump –que en el día sábado confirmó que los EEUU tenían intención de abandonar el Tratado INF- se justificaría por el hecho de que Rusia estaría violando el acuerdo. Esta acusación ya había sido lanzada en el 2014 por el entonces presidente Obama, quien finalmente optó por no retirarse del tratado, debido a las presiones ejercidas por los líderes europeos, preocupados porque semejante medida haría reanudar la carrera armamentista, y como consecuencia, colocaría a los países del Viejo Continente a la vanguardia de la misma.  

En esa oportunidad, al Kremlin, que definió la decisión de los EEUU como “un paso sumamente peligroso”, vino a unirse la palabra de la vocero del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, quien calificó la decisión de Trump como “errada”. En realidad, China sería precisamente uno de los factores que han motivado la decisión americana. En efecto, el Tratado vincula a Washington y Moscú exclusivamente, dejando a Beijing la libertad de desarrollar y desplegar misiles nucleares de alcance medio. Esto pondría a los EEUU en una situación de desventaja en una creciente rivalidad con Beijing que incluso abarca el plano militar.

Significativamente, el día sábado Trump dijo: “pondremos fin al Tratado y luego desarrollaremos nuevas armas” a menos de que Rusia y China accedan a firmar un nuevo acuerdo.  

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