El derrumbe del precio del petróleo perjudica a China y al Sudeste asiático
La pandemia produce una caída de la demanda global. Las ventas de las refinería chinas se desplomaron un 20%. Indonesia perderá 6,2 millardos de euros; Malasia, 3,5 millardos. Vietnam, Tailandia, Singapur y Brunéi también sufrirán mermas en sus ganancias.
Hong Kong (AsiaNews) – La caída del precio del petróleo hasta sus mínimos históricos no solo golpea a los grandes productores del Oriente Medio, a Rusia y a los Estados Unidos, sino que también afecta a China y a algunas naciones del Sudeste asiático. Los países asiáticos, grandes consumidores de energía, no obtienen beneficios inmediatos de la caída en los precios. Las medidas de aislamiento y la parálisis de las actividades económicas, dictadas para combatir el coronavirus, limitan de hecho la capacidad de consumo.
Esto no favorece a las compañías chinas del rubro energético, y mucho menos, a las grandes refinerías. Lo mismo vale para Indonesia, Brunéi, Malasia, Tailandia, Singapur y Vietnam, que dependen en gran medida de los ingresos fiscales derivados de la venta de petróleo crudo y de los productos refinados.
El índice Brent, usado en el comercio global de petróleo, gira en torno a los 21 dólares por barril. Antes de la crisis pandémica, superaba los 50 dólares. El recorte de casi 10 millones de barriles por día, acordado por la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros grandes productores, entre ellos Rusia, no ha detenido la caída en picada de los precios.
China es el primer importador de gas y petróleo a nivel mundial, y el quinto productor mundial de crudo, además de un gran refinador. Según el Consejo de Estado chino, las ventas de productos refinados por parte de las compañía estatales cayeron un 20% entre enero y marzo.
Para este año, el gobierno indonesio prevé pérdidas por 6,7 millardos de dólares (6,2 millardos de euros) en sus ganancias derivadas del negocio del petróleo: un verdadero problema para Yakarta, que es el primer productor en el Sudeste asiático. Malasia estima perder ingresos por un valor de 16,5 billones de ringitts (3,5 millardos de euros).
Según la compañía estatal PetroVietnam, a un precio promedio de 30 dólares por barril, este año el Estado vietnamita perderá 55 billones de dongs (2,2 millardos de euros). El valor de las reservas en poder de las compañías refinadoras tailandesas se ha reducido en 10 millardos de bahts (287 millones de euros).
Singapur, otro importante refinador de crudo, ha reducido su capacidad productiva entre un 10 y un 30%. Brunéi también se ve presionado por la caída en los precios: las entradas por las ventas de petróleo y gas contribuyen en dos tercios a su producto interno bruto nacional.
Las perspectivas para el futuro no son positivas. Los productores y refinerías de Asia temen que el sector tarde mucho en recuperarse, aún cuando el panorama económico global mejore en el segundo trimestre del año .
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