El atentado contra Lee y la polarización de la política en Seúl
El líder de la oposición surcoreana tiroteado ayer por la mañana permanece en cuidados intensivos tras una delicada intervención quirúrgica para reconstruirle la yugular. Mientras tanto, Corea del Sur vuelve a plantearse la cuestión de la violencia contra los políticos a menos de 100 días de las elecciones legislativas.
Seúl (AsiaNews) - Lee Jae-Myung, político perteneciente al Partido Democrático y "rival" del presidente Yoon en las elecciones de 2022, que fue apuñalado en el cuello ayer por la mañana mientras se encontraba en la ciudad portuaria de Busan para inspeccionar un terreno para la construcción de un nuevo aeropuerto, permanece en cuidados intensivos en el hospital de la Universidad Nacional de Seúl. Lee fue herido en el cuello por un hombre de 66 años, identificado como Kim. Entre la multitud de seguidores, se le acercó con el pretexto de un autógrafo y luego le atacó -con el objetivo de matarle- con un cuchillo de 18 centímetros.
Lee fue sometido a una delicada intervención quirúrgica: "El puñal le seccionó la vena yugular y fue sometido a una operación de reconstrucción vascular, que incluyó la extracción de coágulos de sangre", informó el portavoz del partido.
Contra el agresor -cuyos motivos aún no están claros- la policía se dispone a dictar una orden de detención, tras su arresto ayer inmediatamente después de su acto. En cualquier caso, el grave episodio ha puesto sobre el tapete la cuestión de los excesos de la polarización política en Corea del Sur, a sólo 100 días de la votación para las elecciones parlamentarias.
Lee Jae-Myung -investigado recientemente bajo cargos de soborno por conceder favores especiales a un promotor inmobiliario del distrito de Baekhyeon-dong y enviar -a través del Grupo Ssangbangwool- 8 millones de dólares a Corea del Norte- no es el único político surcoreano que ha sufrido un ataque violento.
En los últimos años ha habido varios casos de agresión, como el del predecesor de Lee, Song Young-Gil, que en 2022 fue atacado en Seúl por un anciano que le golpeó con un martillo, o el de la propia ex presidenta Park Geun-Hye, que en 2006 (unos años antes de su mandato) fue apuñalada mientras participaba en una manifestación.
La fuerte polarización del panorama político surcoreano también queda atestiguada por una encuesta del Pew Research Center de 2021 que situaba a Seúl en el primer puesto de los países económicamente más avanzados del mundo en divergencia política, con la misma puntuación que Estados Unidos. Precisamente las cifras de Yoon y Lee son un ejemplo muy claro de ello: en las elecciones de 2022, Lee salió derrotado frente al Partido del Poder Popular por menos del 1% de los votos, obteniendo el 47,83%, y presentando un programa político casi diametralmente opuesto al de su oponente.
Corea del Sur es una democracia relativamente joven (nació en 1987) en un país marcado por los cambios políticos repentinos, violentos y polarizantes que han caracterizado su historia en el último siglo: baste recordar las secuelas de la Guerra Fría y el Movimiento del Primero de Mayo. Pero a los cambios políticos hay que añadir también las revoluciones sociales derivadas de las rápidas transformaciones industriales y tecnológicas, que crean profundas fisuras entre la población y exigen soluciones políticas a menudo contradictorias.
Aunque asistimos a una creciente polarización de las ideologías políticas dentro de los partidos, la opinión pública, al menos hasta 2020, era muy distinta. Un estudio realizado por el Instituto Económico Coreano con datos de encuestas realizadas entre 2004 y 2020 muestra que la mayoría de la población surcoreana tiene en realidad opiniones centristas. Mientras que una encuesta de la Comisión Electoral Nacional y Gallup Korea, realizada en 2020, reveló que para el 40,5% del electorado, los principales factores de elección están relacionados con características como los rasgos personales, la integridad moral y las aptitudes del candidato, más que con los programas políticos. La relevancia de estos aspectos puede verse también en la respuesta de la opinión pública a los casos de corrupción, tanto las investigaciones contra Lee Jae-Myung como la destitución de Park Geun-Hye.
Ataques como el de Lee y otros políticos, sin embargo, sugieren una opinión pública surcoreana mucho más sectaria de lo que parecen indicar las encuestas. Ya en 2021, el Korea Herald ofreció una explicación del fenómeno, destacando el peso de las redes sociales y el mundo digital, donde las opiniones más extremistas resuenan y se alimentan continuamente, influyendo así también en el proceso de formación de la identidad política y dando espacio a quienes tienen opiniones más extremistas. Aquellos que son activos en línea también tienden a estar más presentes políticamente en los acontecimientos reales, en comparación con los que tienen opiniones más moderadas y que parecen constituir la mayoría de la población.
17/12/2016 13:14
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