El Tíbet recuerda al Panchen Lama, que desde hace 22 años está detenido secretamente en Beijing

Gedhun Choekyi tenía seis años cuando fue raptado, y desde entonces no se tienen noticias suyas. Los tibetanos recuerdan el día de su 28vo cumpleaños. Beijing trata de imponer sus decisiones en lo que respecta al futuro del budismo tibetano, pero los tibetanos piden la liberación del monje.

Dharamsala (AsiaNews/Agencias) – En ocasión de su 28vo cumpleaños, el 25 de abril, exponentes del budismo tibetano recordaron al Panchen Lama, raptado hace 22 años por Beijing y desde entonces, mantenido en aislamiento.

Las autoridades chinas capturaron a Gedhun Choekyi Nyima y a su familia en 17 de mayo de 1995, tres días después de que éste fuera reconocido como el Panchen Lama del actual Dalai Lama, Tenzin Gyatso. Para el budismo tibetano, el Panchen Lama es importante porque a él compete la tarea de reconocer el nuevo renacimiento del Dalai Lama, después de su muerte. Raptado cuando sólo tenía seis años, Nyimia es definido como el “el prisionero de conciencia más joven de la historia”.

Para su sustitución, un candidato sostenido por Beijing, Gyaincain Norbu, fue propuesto por China en noviembre de ese mismo año. Todavía hoy, él sigue siendo impopular entre los tibetanos.

Desde que desapareciera con su familia, no hubo más noticias acerca del destino de Nyima. Fueron inútiles los reclamos de las Naciones Unidas y de otras organizaciones y agencias por los derechos humanos pidiendo visitarlo, pues hallaron la negativa constante de Beijing. Dos años atrás, un miembro del gobierno chino afirmó que el Panchen Lama estaba “viviendo una vida normal y no quiere ser molestado”.

En una carta abierta publicada el 25 de abril, fecha del cumpleaños del Panchen Lama, el comisario para la Comisión internacional de los EEUU para la libertad religiosa, Tenzin Dorjee, se dirigió de manera directa a Nyima, diciendo estar dolorido si el desaparecido Panchen Lama ya no leyera más sus palabras. “Desde que fuiste raptado, siendo un pequeño niño de seis años, el gobierno chino se ha negado a compartir siquiera la información más esencial sobre ti y sobre dónde te encuentras” escribe Dorjee. “Por favor, has de saber que pienso en ti cada día, y que cada día que pasa, se vuelve más fuerte mi determinación por encontrarte y restituirte al rol que te aguarda”.

“La continua detención en secreto del Panchen Lama es un acto de desaparición forzada”, agrega el Centro tibetano por los derechos humanos y la democracia, con base en Dharamsala (TCHRD) en una declaración de esta semana. “[Este] es un crimen internacional grave que viola varios derechos humanos y libertades fundamentales sancionados por la Declaración universal de los derechos humanos y por otros principales instrumentos internacionales en materia de derechos humanos,” afirma TCHRD.

La selección de los lamas reencarnados en las áreas chinas del Tíbet ahora es sometida a la aprobación de Beijing. Ocurre a menudo que los docentes de alto rango son elegidos entre los “lamas patrióticos”, en los cuales China puede depositar su confianza, a sabiendas de que no reclamaran la independencia tibetana del gobierno chino.

China está tratando de asegurarse la elección del monje que irá a sustituir al actual Dalai Lama -quien ya tiene 81 años-, después de su muerte. En respuesta a la intromisión de Beijing, Tenzin Gyatso en los últimos años ha planteado como hipótesis que él podría ser el último Dalai Lama.

“Sin el reconocimiento del Dalai Lama, las autoridades chinas jamás podrán colocar el sello de legitimidad sobre la elección de ningún líder religioso, sea ése el Panchen Lama o el futuro Dalai Lama,” afirma en una declaración del 25 de abril Bhuchung Tsering, vice presidente para la Campaña internacional por el Tíbet (ICT) con base en Washington. “China puede ambicionar su propia versión en lo que se refiere a la Ley de la encarnación” dice Tsering. “Pero lo que cuenta en verdad es la voluntad de los fieles”. “Cuanto antes se den cuenta de ello las autoridades chinas, mejor será para ellos”.