El Sínodo sobre la Familia "propone, no impone, acompaña, no empuje; invita, no expulsa"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El individualismo y el subjetivismo práctico, ahora ampliamente difundido en todas los ambientes sociales han tenido entre sus efectos
incluso la negación de las instituciones, incluso aquellos en
el tiempo ampliamente compartidos,
como el matrimonio y la familia. Pero frente a esta negativa y la "crisis" conectada a él - como
la cohabitación, los separados,
divorciados, divorciados vueltos a casar
y sus eventuales hijos, las madres solteras, los que están en una situación canónica irregular
y aquellos que requieren el matrimonio sin ser
creyentes o practicantes, las uniones entre personas del mismo sexo - un "signo
de los tiempos" está la oferta del
hecho de que "mucha gente, especialmente los
jóvenes perciben el valor de la unión estable y duradera,
un deseo real del matrimonio y la
familia, la cual proporcionará un amor fiel e indisoluble".
Es 'en este contexto que la Iglesia se
interroga sobre el Evangelio de la
familia que se propondrá en las
actuales circunstancias, de la pastoral familiar para
profundizar frente a los nuevos
desafíos y la relación generativa
y el papel educativo de los padres
para con sus hijos. Todos los temas tratados en el Instrumentum laboris (documento de trabajo) de la III Asamblea
general extraordinaria del Sinodo de los obispos,sobre el
tema "Los desafíos pastorales
sobre la familia en el contexto de la evangelización",
que se celebrará del 3 al 19 de octubre de este año y que fue hecho público
hoy.
Fruto de la respuesta de los obispos de todo el mundo, explicó el cardenal Lorenzo
Baldisseri, secretario general del
Sínodo, "proporciona una
visión general de la realidad familiar en el contexto
actual, que representa el inicio de
una profunda reflexión, cuyo desarrollo se
llevará a cabo en dos etapas previstas
para la Asamblea General Extraordinaria
(2014) y la ordinaria (2.015), estrechamente unidos
por el tema de la familia a la
luz del evangelio de. Cristo. Los
resultados de la Primera Asamblea General Extraordinaria seráN
utilizado para la preparación del
Instrumentum Laboris de la próxima Junta General Ordinaria,
que sólo se dará a conocer en un Documento finale, con sujeción a las decisiones de la Santa
Padre".
Esperado en especial en lo relativo a "los desafíos
pastorales dentro de la familia", a la que dedica su segunda parte, el documento señala que es "proponer, no imponer, acompañar,
no empuje; invitar, no expulsar, inquietar, no defraudar " (n.
109). " La caridad pastoral impulsa a la Iglesia
a acompañar a las personas que han sufrido un fracaso matrimonial y a ayudarles
a vivir su situación con la gracia de Cristo. Una herida más dolorosa se abre
para las personas que se vuelven a casar, entrando en un estado de vida que no
les permite el acceso a la comunión. Ciertamente, en estos casos, la Iglesia no
debe asumir la actitud de juez que condena (cfr. Papa Francisco, Homilía del
28 de febrero de 2014), sino la de una madre que acoge siempre a sus hijos
y cura sus heridas (cfr. EG 139-141). Con gran misericordia, la Iglesia
está llamada a encontrar formas de "compañía" para sostener a estos hijos suyos
en un itinerario de reconciliación. Con comprensión y paciencia, es importante
explicar que el hecho de no poder acceder a los sacramentos no significa quedar
excluidos de la vida cristiana y de la relación con Dios."(n.
103). Del mismo modo, si "no hay fundamento alguno para asimilar
o establecer analogías, incluso remotamente,
entre las uniones del mismo sexo y el plan de Dios para el matrimonio y la familia", "hombres y
mujeres con tendencias homosexuales« deben ser acogidos con respeto, compasión y sensibilidad. En ese sentido debe
evitarse todo signo de discriminación injusta" (No. 100), y se vale también aplicar a ellos el principio de la hospitalidad, "todavía no existe un consenso en la vida de la Iglesia con respecto a las formas prácticas de la acogida a las personas
que viven en tales uniones" (n. 119).
Cabe destacar que frente
a la afirmación de "la ideología de género","
se presenta en una
cada vez más urgente, el reto de la
educación sexual en las familias y las instituciones educativas, especialmente en los
países en que el Estado tiende
a proponer, en las escuelas, una visión unilateral de
la identidad ideológica de género"
(n. 119).
En general, como lo ha señalado Mons. Bruno
Forte, teólogo y secretario especial de la asamblea, "el caracter eminentemente pastoral que el Papa Francisco intenta darle a la próxima Asamblea Sinodal se avecina aquí en toda su evidencia: no está en discusión la doctrina de la Iglesia, como ha reiterado en varias ocasiones en los últimos años en diversas
intervenciones magisteriales. La reflexión solicitada está en las aplicaciones
pastorales, sobre la manera de llevar la doctrina, de acompañar
a la recepción y la práctica, de
mostrar claramente el potencial humanizador
frente a una generalizada falta de conocimiento o incomprensión (cf. n. 17-19). También subraya en cómo el trabajo pastoral de la Iglesia en relación con las personas en situaciones
familiares difíciles o irregulares
debe reflejar el aspecto de la misericordia con que el Padre Celestial ve y ama a
cada uno de sus hijos". "Por
lo tanto, a los que vive una realidad que implica un
gran sufrimiento ' La verdadera urgencia pastoral es
permitir a estas personas que curen sus heridas, vuelvan a ser personas sanas y
retomen el camino junto a toda la comunidad eclesial."
(n. 80). Todos esto no tiene nada que ver con la consigna banalizante de 'divorcio católico', de algunos que se han pronunciado en relación a lo que el Sínodo podría
proponer".
Más allá y tal vez la mayoría de los casos de situaciones difíciles, el título en la primera parte del documento dedicada al Evangelio de la familia "trata - dijo
el cardenal Baldisseri - del diseño
de Dios, del conocimiento bíblico,
magisterial y su recepción, de la Ley natural y la vocación
de la persona en Cristo. La detección
de la falta de conocimiento de los
agentes de pastoral de la Iglesia exigen más preparación y el compromiso de promover la comprensión de
los fieles, que viven en diferentes
contextos sociales y culturales".
La tercera y
última parte, por último, se refiere a "la relación generativa y
educativa de los padres para con
sus hijos": incluye la cuestión del control de la natalidad, el valor de la vida y
el llamado "desafío
educativo". "En algunas áreas
del mundo - dice Mons. Forte -, la mentalidad contraceptiva y la difusión de un modelo
antropológico individualista determinan una fuerte caída demográfica, cuyas
consecuencias sociales y humanas no se toman en consideración adecuadamente.
Las políticas contrarias a la natalidad cambian la calidad de la relación entre
los cónyuges y la relación entre las generaciones. Por tanto, en el ámbito de
la responsabilidad pastoral de la Iglesia se impone una reflexión acerca de
cómo poder sostener una mentalidad mayormente abierta a la vida" (n. 130). En este reto
está el futuro de la propia humanidad,
y el compromiso de la comunidad
cristiana en este campo es más
que nunca la importancia de un
servicio esencial para la causa
de la humanidad y su destino. (FP)
06/10/2014
28/10/2019 11:53