El Sínodo de las mesas: comenzaron los debates en el Vaticano
Divididos en 35 pequeños grupos en el Aula Pablo VI, los miembros dialogan sobre la primera parte del Instrumentum Laboris. Los dos obispos chinos concelebraron la misa con el Papa Francisco. El relato de Mathew Tomas, un laico del Vicariato de Arabia donde los jóvenes entrevistaron uno por uno a los trabajadores en las obras de contrucción.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Repartidos en 35 mesas de poco más de diez personas que hablan el mismo idioma, debatieron sobre la primera parte del Instrumentum laboris donde - a partir de la experiencia vivida en la consulta sinodal - se invita a reflexionar sobre la manera de convertir verdaderamente la escucha recíproca en un método dentro de la Iglesia. Después de la misa de ayer y de la sesión inaugural de la tarde, esta mañana comenzaron los trabajos de la Asamblea sinodal en el Aula Pablo VI.
Cada miembro del Sínodo - según la preferencia expresada entre cuatro idiomas diferentes (italiano, inglés, francés y español) y cuidando también de distribuir equitativamente la presencia de los miembros no obispos (sacerdotes, religiosos y laicos) entre todos los grupos- pudo participar en una de estas mesas, que invierten el método de trabajo utilizado en las anteriores Asambleas de obispos. Los círculos más pequeños son el punto de partida, donde cada uno es inmediatamente llamado a hacer su aporte, que luego un relator (elegido por los miembros del grupo) informará en un breve resumen a la Congregación General, cuidando de presentar tanto los puntos en los que hubo acuerdo como aquellos en los que las opiniones difieren.
Esa será la forma de trabajar durante las dos primeras semanas del Sínodo, en un proceso de escucha que el Papa Francisco había vuelto a subrayar con fuerza anoche en su saludo a la primera Congregación General. Aludió también a las presiones externas sobre algunos temas y citó ejemplos como la comunión de los divorciados o la ordenación de viri probati que han dominado el debate mediático en Sínodos anteriores, o las actuales polémicas eclesiales sobre cuestiones específicas (como el sacerdocio de las mujeres".) invitando a los periodistas a dejar claro que “este Sínodo es como una 'pausa' de la Iglesia. Una pausa de toda la Iglesia, que está a la escucha. Este es el mensaje más importante".
También estuvieron presentes desde el comienzo en las sesiones de trabajo los dos obispos de la República Popular de China que nombró el Papa Francisco aceptando la propuesta de la Iglesia local de acuerdo con las autoridades de Beijing. Mons. Giuseppe Yang Yongqiang, obispo de Zhoucun en la provincia de Shandong, y mons. Antonio Yao Shun, obispo de Jining, en la región autónoma de Mongolia Interior, concelebraron ayer por la mañana la misa de apertura en la basílica de San Pedro, como muestra la fotografía que publicamos arriba, que fue compartida en su perfil de Facebook por el arzobispo de Tokio, Mons. Tarcisio Isao Kikuchi.
Entre las voces de la primera Congregación General fue muy significativo el testimonio de Mathew Thomas, primer miembro laico del Sínodo que tomó la palabra en representación de la Iglesia migrante del Golfo en los dos vicariatos apostólicos de Arabia. Tomás relató el camino sinodal de esta comunidad formada por más de 100 nacionalidades que hablan decenas de idiomas diferentes. “Quiero hacer una referencia especial – dijo – al hecho de que en nuestro proceso sinodal también participó la pequeña comunidad católica que todavía vive su fe en el Yemen devastado por la guerra”.
El laico, proveniente del Golfo, describió lo que se había hecho para involucrar incluso a aquellos que nunca tienen voz: "En el Golfo la mayoría de los inmigrantes son trabajadores de la construcción, que viven en campos especiales y trabajan 10 o 12 horas al día durante seis días por semana. Cientos de jóvenes voluntarios - dijo - recorrieron los campos para encontrarse con ellos. En estos campos no están permitidas las reuniones, por eso debieron entrevistarlos uno por uno. Y ellos estaban felices de que la Iglesia hubiera tomado la iniciativa de escucharlos". "Otra experiencia particular de escucha sinodal en el Golfo la vivimos con una comunidad de pescadores católicos de uno de los Emiratos. “Al principio no querían colaborar – contó Mathew Tomas – porque hacía casi tres años que no acudían a la iglesia debido a algunos desacuerdos. Pero los jóvenes siguieron visitándolos y finalmente aceptaron sentarse a conversar. El resultado es que ahora ellos han regresado a la iglesia".
24/07/2023 11:25
02/09/2021 15:09