El Patriarca Raï llama a un 'Encuentro para la reconciliación nacional' entre Aoun y Hariri

El primado maronita denuncia el "estado de regresión" en el que se ha sumido el Líbano, tras cinco meses de crisis política. Habla de un gobierno "inmóvil" y de una justicia "expuesta a interferencias políticas y confesionales". La economía está "paralizada". Se necesita un ejecutivo de "rescate", compuesto por figuras prominentes.

Beirut (AsiaNews/Agencias) - El Líbano, país que San Juan Pablo II describió como un "valor de la civilización", está sumido en un "estado de regresión inesperado" en vísperas del centenario de su nacimiento. La durísima acusación proviene del primado maronita y fue formulada ayer en la homilía de la misa dominical. Desde la sede patriarcal de Bkerké, el cardenal Beshara Raï arremetió una vez más contra la dirigencia del país. Habló de "un gobierno inmóvil, un sistema de justicia expuesto a interferencias políticas y confesionales, una economía paralizada en todos los sectores, la mitad de Beirut destruida, una población arrasada, las familias de las víctimas y el pueblo, empobrecidos".

Dirigiéndose al Presidente Michel Aoun y al Primer Ministro en funciones, Saad Hariri, el cardenal subrayó que "la solución" consiste en la formación de un ejecutivo nacional "de rescate" compuesto "por personalidades que se destacan en sus respectivos campos, en el Líbano y en el mundo". Habló de personas "deseosas de servir a su país" sin segundas intenciones, y llamó a evitar las figuras "que se distingan por su alianza con un partido o un hombre” en particular.

A mediados de octubre, el Presidente Michel Aoun confió el mandato a Saad Hariri, quien fuera tres veces primer ministro - para la formación de un nuevo ejecutivo. La crisis del último año es sólo una de las dificultades que afectan a la política, la economía y las mismas instituciones. Una situación en la que el Covid-19 y la doble explosión en el puerto de Beirut dieron un tiro de gracia, empujando al 55% de la población por debajo de la línea de pobreza en un contexto de emergencia permanente. La situación de extrema precariedad ha desencadenado un aumento de los suicidios y una carrera para comprar los pocos medicamentos que quedan. En tanto, los hospitales se encuentran en condiciones catastróficas.

De ahí el nuevo llamamiento a los dos dirigentes políticos para que promuevan una "reunión de reconciliación nacional" y favorecer el nacimiento del nuevo gobierno, dejando de lado las tensiones personales que, con el paso de las semanas, podrían crear una ruptura irremediable. El Cardenal Raï subrayó su compromiso personal con el diálogo, en interés del Líbano y de los libaneses, ante una situación de inmovilidad que ya dura cinco meses. El acuerdo es esencial para aplicar las reformas y desbloquear el envío de ayuda por parte de la comunidad internacional.

"A este respecto", añadió el primado maronita, "nuestra esperanza es que el Presidente de la República tome la iniciativa, e invite al Primer Ministro a una reunión. El estado de derecho, que separa la esfera civil de la religiosa, es esencial para asegurar "un nuevo amanecer" en el Líbano. El patriarca aclaró que "no es necesario cambiar el sistema, sino más bien respetar los dictados” originarios que llevaron a su formación.