El Papa reconoce al obispo de Shanghai. 'Pero Beijing debe respetar el espíritu del Acuerdo'
Francisco ha decidido subsanar "por el bien de la diócesis" la irregularidad creada con el traslado de Mons. Shen bin. El cardenal Parolin explicó las razones del nombramiento y las condiciones que se requiere para continuar el diálogo: no más traslados decididos por Beijing de manera autónoma, canales regulares de comunicación entre los obispos y el Papa y respeto a las comunidades clandestinas. Y expresó la esperanza de abrir una representación estable de la Santa Sede en China.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- A cien días de la ruptura como consecuencia del traslado dispuesto en forma autónoma por Beijing a principios de abril, el Papa Francisco ha decidido aceptar el nombramiento como obispo de Shanghái de Mons. Joseph Shen Bin, de 53 años, ex obispo de Haimen. Pero lo hizo acompañando la medida con una entrevista oficial a los medios vaticanos del secretario de Estado, card. Pietro Parolin, en la que éste explica que la disposición de abril fue una violación del "espíritu de diálogo" en el que se basa el Acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, que firmaron la Santa Sede y Beijing en 2018 y se renovó por segunda vez en octubre de 2022. Allí deja en claro que con el nombramiento de Shen Bin como obispo de Shanghái “Francisco ha decidido subsanar la irregularidad canónica, en vista del mayor bien de la diócesis y el ejercicio fructífero del ministerio pastoral del obispo”, que de esa manera podrá "trabajar con mayor serenidad para promover la evangelización y favorecer la comunión eclesial". Parolin agrega que el Vaticano pide ahora a Shen Bin que trabaje junto con las autoridades chinas para "favorecer una solución justa y sabia de algunas otras cuestiones que se encuentran pendientes desde hace tiempo en la diócesis, como, por ejemplo, la posición de los dos obispos auxiliares, monseñor Tadeo Ma Daqin, que sigue impedido, y Mons. Joseph Xing Wenzhi, que ha sido retirado”.
Como se recordará, Mons. Tadeo Ma Daquin es el obispo auxiliar de Shanghai que se encuentra confinado de facto en el seminario de Sheshan desde 2012 porque se negó públicamente a incorporarse como miembro de la Asociación Patriótica, el organismo a través del cual el Partido Comunista de China controla a los sacerdotes y obispos "oficiales". El arzobispo Joseph Xing Wenzhi es otro obispo auxiliar de Shanghái, también nombrado con el acuerdo de la Santa Sede, que hicieron desaparecer el año anterior por razones que nunca se han aclarado.
Además de explicar las razones de la decisión del Papa Francisco, la entrevista con el card. Parolin ofrece una perspectiva muy clara de las dificultades que atraviesa el Acuerdo entre Beijing y la Santa Sede y de los pasos que el Vaticano considera ahora indispensables para que el diálogo continúe. Desde el 8 de septiembre de 2021 no se ha realizado ningún nombramiento consensuado, a pesar de que un tercio de las diócesis chinas no tienen obispo. El secretario de Estado vaticano recuerda que el Acuerdo "gira en torno al principio fundamental de la consensualidad de las decisiones relativas a los obispos", un punto que la Santa Sede "está tratando de poner en claro, en un diálogo abierto y una confrontación respetuosa con la contraparte china". “Es indispensable -declara- que todos los nombramientos episcopales en China, incluidos los traslados, se hagan consensuadamente, según lo acordado, y manteniendo vivo el espíritu de diálogo entre las partes. Debemos prevenir juntos las situaciones de discordia que crean desavenencias y malentendidos incluso dentro de las comunidades católicas, y la buena aplicación del Acuerdo es uno de los medios para hacerlo, junto con el diálogo sincero”.
En la entrevista el cardenal Parolin cita expresamente "tres cuestiones abiertas en la Iglesia en China: la Conferencia Episcopal, la comunicación de los obispos chinos con el Papa, la evangelización". Explica que la Santa Sede “desea ver crecer la responsabilidad de los obispos en la conducción de la Iglesia en China, y para ello es necesario que se reconozca cuanto antes una Conferencia Episcopal con Estatutos adecuados a su naturaleza eclesial y su misión pastoral” (el actual Consejo de obispos chinos, presidido por Monseñor Shen Bin y estrictamente controlado por el Partido, no está reconocido por el Vaticano, aunque se menciona en el perfil del nuevo obispo de Shanghai que se publicó hoy en el sitio web del Santa Sede ndr).
El secretario de Estado vaticano insiste en que "la comunicación regular de los obispos chinos con el obispo de Roma es indispensable para una comunión efectiva: pertenece a la estructura y a la doctrina de la Iglesia católica, que las autoridades chinas siempre han dicho que no quieren alterar". Parolin explica a Beijing que "los católicos chinos, incluso aquellos que se denominan 'clandestinos', merecen confianza, porque desean sinceramente ser ciudadanos leales y ser respetados en su conciencia y en su fe". Por eso pide a las autoridades chinas "superar la desconfianza hacia el catolicismo, que no es una religión que pueda considerarse ajena -ni mucho menos contraria- a la cultura china".
El cardenal Parolin afirma que es consciente de los “obstáculos" que "minan la confianza y restan energías positivas", pero reitera que "el diálogo entre el Vaticano y la parte china sigue abierto y creo que es un camino en cierto modo obligado". Para hacerlo más fluido pide expresamente "la apertura de una oficina de enlace estable de la Santa Sede en China", lo que no sólo favorecería "el diálogo con las autoridades civiles, sino que contribuiría a la plena reconciliación en el seno de la Iglesia china y su camino hacia una deseable normalidad”.
“Hemos firmado un Acuerdo que puede definirse histórico -concluye el secretario de Estado- pero debe ser aplicado en su totalidad y de la forma más correcta posible. Hoy necesitamos la buena voluntad, el consenso y la colaboración que nos permitieron suscribir este pacto de largo alcance. La Santa Sede está decidida a cumplir su parte para que el camino continúe”.
08/04/2023 13:33