El Papa insta a los Focolares a testimoniar con alegría el Evangelio
En su audiencia con el Movimiento de los Focolares (Obra de María), el Papa Francisco propuso atravesar tres situaciones: "la etapa post-fundadora; la importancia de las crisis; vivir la espiritualidad con coherencia y realismo". El saludo a la nueva presidenta, Margaret Karram, y el recuerdo del encuentro en los jardines del Vaticano con Shimon Peres y Mahmoud Abbas, "un tiempo de promesas".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El "testimonio de la alegría del Evangelio" que el Movimiento de los Focolares sigue ofreciendo al mundo, está llamado a atravesar tres situaciones: "la de la post-fundadora; la importancia de las crisis; vivir la espiritualidad con coherencia y realismo".
Fue lo que subrayó hoy el Papa Francisco durante una audiencia con los responsables de los Focolares (Obra de María) al término de su Asamblea General, en la que se eligieron nuevos directivos y, en particular, la nueva presidenta Margaret Karram, presente en el encuentro junto a su predecesora, María Voce.
La audiencia se celebró en el Aula Pablo VI, y comenzó con un saludo de María Voce, que agradeció al Papa Francisco por su amistad. Luego fue el turno de la nueva presidenta, que entre otras cosas recordó -ya que estuvo presente- el encuentro de oración por la paz en Tierra Santa, en 2014, junto al pontífice, Bartolomé I, Shimon Peres y Mahmoud Abbas. En su discurso, Francisco se refirió a ese momento como un "tiempo de promesa", subrayando que "la promesa siempre está ahí, aunque los tiempos sean difíciles."
Karram explicó la forma virtual, comunitaria y global en la que se desarrolló la Asamblea, con "participantes de Asia y Oceanía que se fueron a dormir pasada la medianoche y algunos de América que se levantaron de madrugada para poder estar". Cada uno se conectó desde su casa, pero de esta manera la Asamblea fue aún más una expresión de la realidad multifacética de los pueblos y culturas que conforman nuestro Movimiento. Somos diversos en cuanto a edad y vocación, cristianos de varias Iglesias, una rabina judía, dos musulmanes, un budista y personas de convicciones no religiosas".
A continuación, esbozó el camino del Movimiento en los próximos seis años: "el clamor de la humanidad hoy, en particular con respecto a los excluidos; el medio ambiente, la familia y la pandemia; la memoria viva y la actualización del carisma de la unidad tal como nos fue dado por Chiara; nuestro compromiso en todos los ámbitos de la Iglesia y la sociedad; nuestro camino junto a las nuevas generaciones".
Por su parte, el Pontífice esbozó en primer lugar la situación "posterior a la fundadora", invitando a "una fidelidad dinámica, capaz de interpretar los signos y las necesidades de los tiempos y de responder a las nuevas exigencias que la humanidad plantea". "Todo carisma -añadió- es creativo, no es una estatua de museo”.
Y advirtió contra la "autorreferencialidad", que "siempre lleva a defender la institución en detrimento de las personas, y que también puede llevar a justificar o encubrir formas de abuso".
Sobre el segundo punto, la importancia de las crisis, reiteró que "toda crisis es una llamada a una nueva madurez; es un tiempo del Espíritu, que despierta la necesidad de una actualización, sin desanimarse ante la complejidad humana y sus contradicciones". El Papa también instó a diferenciar entre el "foro externo", de los que ocupan cargos de gobierno, y el "foro interno", de los que ayudan a afrontar las crisis en la "intimidad del individuo y en la esfera de la conciencia". Y añadió: "La mezcla de la esfera del gobierno y la esfera de la conciencia da lugar a los abusos del poder.... y a los abusos de otras cosas, de las que somos testigos cuando la olla se ha destapado".
Sobre el tercer punto, "vivir la espiritualidad con coherencia y realismo", Francisco invitó a la Obra de María a "actuar [mirando] hacia afuera", "con un amor fraterno que supere todas las barrera y alcance todas las condiciones humanas", en la "proximidad fraterna", sin olvidar que "el estilo de Dios es la cercanía".
En la mirada hacia el interior, exhortó a "promover cada vez más la sinodalidad, para que todos los miembros, como depositarios del mismo carisma, sean corresponsables y participen en la vida de la Obra de María y en sus finalidades específicas".
Al término de la audiencia, luego de la bendición apostólica, el Papa saludó a todos los representantes presentes, casi cien personas.
17/12/2016 13:14