El Papa inició una ‘peregrinación penitencial’ entre los pueblos indígenas

Francisco llegó a Edmonton, donde fue recibido por representantes de los inuit, metis y First nations. Durante el vuelo, su pensamiento se centró en el Día de los Abuelos "incluyendo a los de vida consagrada que son la sabiduría de una familia religiosa". "Tengo un gran deseo de ir a Kiev", dijo.

Edmonton (AsiaNews) - "Vengo en medio de ustedes para encontrarme con los pueblos indígenas. Espero que, con la gracia de Dios, mi peregrinación penitencial pueda contribuir al camino de reconciliación ya iniciado. Por favor, acompáñame con la oración". Con estas palabras recogidas en un tuit, el Papa Francisco inició anoche su viaje apostólico a Canadá, que tendrá como eje central un encuentro con los pueblos inuit, metis y de las First nations, víctimas de abusos vinculados a las políticas de asimilación que también contaron con la colaboración de la Iglesia católica hasta hace unas décadas.

No estaba previsto ningún discurso oficial a su llegada al aeropuerto de Edmonton, pero Francisco -que bajó del avión en su silla de ruedas tras aterrizar a las 11.09 hora local (19.09 en Italia)- recibió inmediatamente la bienvenida de algunos representantes de los pueblos indígenas, que estuvieron presentes para saludarle junto al primer ministro canadiense Justin Trudeau y la gobernadora general Mary Simon.

Luego de una breve ceremonia, el Pontífice se dirigió al Seminario de San José, donde descansó para preparar el viaje de hoy a la zona de Maskwacis, ("colinas del oso", en lengua cree) que alberga las reservas de las tribus del oeste de Canadá.

Durante las diez horas de vuelo de Roma a Edmonton, el Papa Francisco se reunió con periodistas en el avión. "Hoy no hay Ángelus, pero hagámoslo aquí", les había dicho, recordando el Día de los Abuelos que por iniciativa suya celebraba ayer la Iglesia en todo el mundo.

"Los jóvenes", había añadido, "deben tener contacto con sus abuelos, retomar sus raíces, no para quedarse allí, no, sino para llevarlas adelante, como el árbol que toma fuerza de sus raíces y la lleva adelante, dando flores y frutos. Quiero recordar también, como religioso, a los viejos religiosos y religiosas -añadió-, a los "abuelos" de la vida consagrada: por favor, no los escondan, son la sabiduría de una familia religiosa; y que los nuevos religiosos y religiosas, los novicios, las novicias tengan contacto con ellos: nos darán toda la experiencia de vida que tanto nos ayudará a avanzar".

Ante una nueva pregunta de los periodistas sobre la posibilidad de un viaje a Kiev como signo de paz para Ucrania, Francisco respondió finalmente: "Tengo un gran deseo de ir allí".