El Papa en la Jornada de las Misiones: "Que se respeten los pueblos indígenas"

El llamamiento en el día de la canonización de san José Allamano, fundador de los misioneros de la Consolata, que también están presentes en Asia. El milagro que llevó a la proclamación de su santidad fue la curación de un niño del pueblo yanomami, gravemente herido por un jaguar en el Amazonas. "Sostengamos con la oración y con nuestra ayuda a los que llevan el anuncio luminoso del Evangelio a todos los rincones de la tierra".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Las autoridades políticas civiles deben garantizar a los pueblos indígenas la protección de sus derechos fundamentales contra cualquier forma de explotación de su dignidad y de sus territorios”, dijo hoy el Papa Francisco en el Ángelus, después de la celebración eucarística durante la cual - en el Día Mundial de las Misiones - proclamó 14 nuevos santos.

El pontífice hizo este llamamiento a partir de la vida de uno de estos santos, el sacerdote italiano Giuseppe Allamano, fundador de los misioneros de la Consolata, que también ejercen su ministerio en algunos países asiáticos como Mongolia, Kazajstán, Corea del Sur y Taiwán. La atención de Allamano a los "pueblos más frágiles y vulnerables" se demuestra además por el hecho de que el milagro que llevó a su canonización se produjo entre los Yanomami, un pueblo que vive en la selva amazónica de Brasil y es conocido por su difícil lucha por la supervivencia frente a intereses económicos que apuntan a la explotación intensiva de la selva.

En efecto, la prodigiosa curación de un niño que había sido gravemente herido por el ataque de un jaguar se atribuyó a la intercesión de san José Allamano. Junto con el sacerdote de Turín, el Papa Francisco ha proclamado santos a los mártires de Damasco - ocho frailes franciscanos menores y los tres hermanos Massabki, maronitas, asesinados por odio a la fe en Siria en 1860-, la Hna. Elena Guerra, fundadora de la congregación de las Hermanas Oblatas del Espíritu Santo y la Hna. Marie-Léonie Paradis, fundadora de las Hermanitas de la Sagrada Familia.

“Estos nuevos santos vivieron el estilo de Jesús: el servicio. La fe y el apostolado que llevaron a cabo no alimentaron en ellos deseos mundanos y ansias de poder, sino que, por el contrario, se hicieron servidores de sus hermanos, creativos para hacer el bien, firmes en las dificultades, generosos hasta el final", afirmó Francisco en la homilía de canonización.

Al terminar la ceremonia y antes de rezar el Ángelus, el Papa dirigió también un pensamiento a todos los misioneros. El tema elegido para la Jornada de este año - Vayan e inviten a todos al banquete (Mt 22,9) - "nos recuerda - dijo el pontífice - que el anuncio misionero es llevar a todos la invitación para el encuentro festivo con el Señor que nos ama y quiere que participemos de su alegría esponsal. Como nos enseñan los nuevos santos, cada cristiano está llamado a participar en esta misión con su propio testimonio evangélico en cada ambiente". "Sostengamos con nuestra oración y con nuestra ayuda - dijo Francisco - a todos los misioneros que a menudo con gran sacrificio llevan el anuncio luminoso del Evangelio a todos los rincones de la tierra”.

Por último, el pontífice renovó la invitación a seguir “rezando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra, la atormentada Palestina, Israel, el Líbano, la atormentada Ucrania, Sudán y Myanmar, e invoquemos el don de la paz para todos”. “Que la Virgen María - concluyó - nos ayude a ser, como los santos, testigos valientes y gozosos del Evangelio”.