El Papa en el Domingo de la Palabra: "Invocamos al Señor por la paz"

Francisco dio inicio al Año de la Oración, en previsión del Jubileo de 2025, pidiendo a la gente que rece para "prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia". En estos días la invitación a rezar "por la unidad de los cristianos" y por la paz. Un pensamiento para los "tantos niños heridos y muertos": en Gaza hay más de 10.000 desde el inicio del conflicto. "Construir la paz para ellos".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Hoy es el 5º domingo de la Palabra de Dios. Instaurado en 2019, el tema de este año es " Permanezcan en mi Palabra " (Jn 8,31). El Papa Francisco en sus palabras después del rezo del Ángelus lanzó el Año de la Oración, que consta de doce meses dedicados a redescubrir "su gran valor y su absoluta necesidad", explicó, especialmente en preparación para el Jubileo 2025 y la apertura de la Puerta Santa. "La oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia, la oración en el mundo", añadió el Santo Padre.

De cara al año jubilar, con el lema "Peregrinos de la esperanza", que está previsto que comience a finales de 2024, el Pontífice dirigió una invitación a los oyentes, tanto desde la Plaza de San Pedro, abarrotada a pesar del frío romano de los últimos días, como desde lejos: " Les pido que intensifiquen la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia. Y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios". Para acompañar a los fieles en los próximos meses de espera estarán también las ayudas que "el Dicasterio para la Evangelización pondrá a disposición", explicó el Papa Francisco.

Pero en estos días la invitación urgente es a rezar "por la unidad de los cristianos", subrayó Bergoglio, y por la paz en los conflictos que atenazan al mundo. "No nos cansemos de invocar al Señor por la paz en Ucrania, en Israel, en Palestina y en tantas otras partes", prosiguió. Volviendo un pensamiento a los "más débiles", los primeros en sufrir la persistencia de la guerra. "Pienso en los pequeños, en tantos niños heridos y asesinados, en aquellos privados de afectos, de sueños y de futuro", dijo el Papa Francisco. De hecho, las últimas estimaciones hablan de más de 10.000 niños muertos en Gaza desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Sanidad palestino, de un total de al menos 25.000 víctimas; más de 60.000 estarían heridos. "Sentimos la responsabilidad de rezar y construir la paz para ellos".

El Papa Francisco, al concluir sus palabras tras la oración mariana, recordó también el secuestro el pasado viernes "de un grupo de personas" en Haití, entre ellas seis religiosas de la Congregación de Santa Ana. Éstas fueron secuestradas cuando viajaban en autobús hacia Puerto Príncipe. "He conocido la noticia con dolor. Al pedir encarecidamente su liberación, rezo por la armonía social en el país". A continuación, una invitación: 'Alto a la violencia que causa tanto sufrimiento a esa querida población'.

A las 9.30 de esta mañana, el Santo Padre presidió la Santa Misa en la Basílica de San Pedro con ocasión del Domingo de la Palabra. En esta ocasión confirió los ministerios de Lector y Catequista a 11 laicos y laicas venidos de todo el mundo. En la continuación de su homilía, el Papa Francisco habló del "dinamismo" de la Palabra de Dios, partiendo del Evangelio de hoy (Mc 1,14-20) que narra "la vocación de los primeros discípulos", llamados por Jesús con estas palabras: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Un dinamismo que nace de la asunción de que la Palabra "no nos deja encerrados en nosotros mismos, sino que dilata nuestro corazón, nos hace invertir el rumbo, trastorna nuestras costumbres". Y de nuevo: "Abre horizontes insospechados". La Palabra "quiere hacer esto con cada uno de nosotros", dijo Bergoglio. Hay muchos ejemplos de "testigos del Evangelio" para quienes en algún momento "la Palabra fue decisiva": san Antonio, san Agustín, santa Teresa del Niño Jesús, Francisco de Asís. "¿Por qué no sucede lo mismo con muchos de nosotros?", se preguntó el Pontífice. "Abrumados por mil palabras, también nosotros dejamos pasar la Palabra de Dios", explicó. Centrando su reflexión en dos acciones que propone el Evangelio de hoy: dejar y seguir. En efecto, tras la invitación de Jesús, Simón y su hermano Andrés "dejaron las redes y le siguieron". Dejar significa romper con "inseguridades" y "costumbres". Seguir significa "madurar en la verdad y en la caridad".

En el comentario que precedió al rezo del Ángelus, el Papa Francisco, asomado al Palacio Apostólico, retomó el pasaje del evangelista Marcos, explicando que la acción de Jesús relatada es una de las primeras cosas que "hace al inicio de su vida pública". Esto comunica que el "Señor ama implicarnos en su obra de salvación, quiere que seamos activos con él, responsables y protagonistas", subrayó. Y lo hace con tanta "paciencia", porque los discípulos a menudo tuvieron dificultades para comprender sus enseñanzas. Por último, el Papa Francisco afirmó que "anunciar el Evangelio no es perder el tiempo: es ser más felices ayudando a los demás a ser felices". Porque cuando alguien se une, "en la hermosa aventura de dar amor", a Jesús, que trajo "la salvación de Dios a todos", "la luz y la alegría se multiplican".