El Papa en el Ángelus: 'Festejar el Bautismo como un nuevo cumpleaños'
Desde la ventana del Palacio Apostólico, Bergoglio invitó a pensar en la fecha del primer sacramento: “Si no lo recordamos, preguntémosle a nuestros padres, a nuestros padrinos”. Esta mañana bautizó a 21 niños en la Capilla Sixtina: "Hoy mandan ellos". Pidió oraciones por Los Ángeles y por la paz “en Ucrania, en Oriente Medio y en el mundo entero”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – El bautismo es una fecha para festejar, “como un nuevo cumpleaños”. Hoy, fiesta del Bautismo de Jesús, el Papa Francisco preguntó a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro para participar en el rezo del Ángelus: “¿Cada uno de nosotros recuerda la fecha de su bautismo?”. Invitó entonces a todos los que estaban escuchándolo a dar importancia al primer sacramento, el que nos hace pertenecer a Cristo. “Si no nos acordamos, al llegar a casa preguntemos a nuestros padres o a nuestros padrinos la fecha de nuestro bautismo”, añadió el Obispo de Roma.
Bergoglio considera que el sacramento es un segundo nacimiento “en el Espíritu de Dios”. E insistió: “¡No se olviden! Esta es una tarea para hacer en casa: la fecha de mi bautismo”. Antes de rezar la oración mariana, el Papa Francisco leyó el comentario al Evangelio del día (Lc 3,15-16.21-22), que narra el Bautismo de Jesús en el río Jordán, el momento en el que los cielos "se abrieron y descendió sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma”, y se oyó una voz que decía: “Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.
“Cuando Jesús recibe el bautismo se manifiesta el Espíritu y tiene lugar la Epifanía de Dios, que revela su rostro en el Hijo”, comentó Bergoglio. De este episodio se desprenden dos imágenes: el rostro y la voz. Centrándose en el rostro, dijo: “En el revelarse Padre a través del Hijo, Dios establece un lugar privilegiado para entrar en diálogo y en comunión con la humanidad”. Y la voz es «otro signo que acompaña la revelación de Jesús», añadió el pontífice.
El rostro y la voz de Dios, por lo tanto, se manifiestan «en la humanidad de Jesús». La solemnidad de hoy nos lleva precisamente a “contemplar” estas dos imágenes, a partir del recuerdo de nuestro propio Bautismo. El Papa Francisco compartió con los fieles y peregrinos algunas preguntas: “¿Nos sentimos amados? ¿Me siento amado y acompañado por Dios o pienso que Dios está lejos de mí? ¿Somos capaces de reconocer su rostro en Jesús y en nuestros hermanos? ¿Y estamos acostumbrados a oír su voz?” Al final del comentario, repitió: “¡No olviden la fecha de su Bautismo!”
Después de rezar el Ángelus, el Papa Francisco compartió su cercanía con la población del condado de Los Ángeles, víctima de devastadores incendios: “Estoy cerca de los habitantes del Condado de Los Ángeles, California - afirmó -. Rezo por todos ustedes.” Se refirió luego a los 21 niños que bautizó hoy en la Capilla Sixtina, hijos de empleados de la Santa Sede y miembros de la Guardia Suiza. “Rezamos por ellos, por sus familias. Y quisiera pedir al Señor por todos los matrimonios jóvenes, para que tengan la alegría de acoger el don de los hijos y llevarlos al Bautismo”. Y antes había dicho, refiriéndose a los pequeños protagonistas: “Hoy mandan ellos”.
A continuación recordó al sacerdote de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, el padre Giovanni Merlini (1795-1873), que fue beatificado esta mañana en la Basílica de San Juan de Letrán. Sobre el primer beato del Año Jubilar, Bergoglio dijo: “Dedicado a las misiones con el pueblo, fue consejero prudente de muchas almas y mensajero de paz”. Y a continuación: “Invocamos también su intercesión cuando rezamos por la paz en Ucrania, en Oriente Medio y en todo el mundo. ¡Un aplauso para el nuevo beato!”. Al concluir, el Papa Francisco añadió: “No dejemos de rezar por la paz. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota".
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