El Papa en Irlanda: en el santuario de Knock, con ‘Un Rosario de oro para la Madre’

Mientras se encuentra en Irlanda participando del Encuentro Mundial de las familias, el Papa Francisco hoy hizo una visita al santuario de Knock y encomendó las familias del mundo a María, “para que sean baluartes de fe y de bondad”, resistiendo “a todo lo que pretende disminuir la dignidad del hombre y de la mujer creados a imagen de Dios y llamados al sublime destino de la vida eterna”. La oración por las víctimas de los abusos sexuales. Un recuerdo por los irlandeses del Norte y un saludo a los reclusos que le escribieron mensajes.

Knock (AsiaNews) – En el marco del Encuentro Mundial de las Familias, en el día de hoy, el Papa Francisco hizo una visita al santuario de Knock, meta de peregrinación mariana. El santuario de Knock se levanta a uno 200 km al noroeste de Dublín, en un sitio donde habría aparecido la Virgen en compañía de San José y de San Juan Evangelista, cerca de unos ángeles ubicados en torno a un altar donde yacía un cordero inmolado, símbolo de Jesucristo.

Tras rezar en silencio en la Capilla de las Apariciones, el Papa dirigió la palabra a los miles de peregrinos reunidos en el atrio del santuario. “Como recuerdo de mi visita –dijo- he traído de regalo un Rosario de oro. Sé que en este país es importante la tradición del rosario en familia. ¡Cuántos corazones de padres, madres e hijos han obtenido fuerza y consuelo a lo largo de los años meditando sobre la participación de la Virgen en los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de la vida de Cristo!”.

Al rezar por las familias, el pontífice le pidió a María que éstas “encuentren apoyo en sus esfuerzos por difundir el Reino de Cristo” y que sean “baluartes de fe y de bondad”, resistiendo “a todo lo que pretende disminuir la dignidad del hombre y de la mujer creados a imagen de Dios y llamados al sublime destino de la vida eterna”.

Cabe mencionar que en el año 2015, a través de un referéndum, Irlanda pasó a reconocer la total igualdad entre los matrimonios homosexuales y heterosexuales. Para muchos, este plebiscito es fruto de un distanciamiento entre la Iglesia irlandesa y la sociedad, producido a raíz del escándalo de los abusos sexuales cometidos sobre menores.

Al dirigirse a los fieles, el Papa dijo que le presentó a la Virgen “todas las víctimas de abusos de parte de miembros de la Iglesia de Irlanda” y a los niños que fueron arrancados de las madres solteras (una práctica difundida en el siglo pasado, y que recién fue descubierta y denunciada en los últimos años).

“Ninguno de nosotros –continuó- puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos. Esta herida abierta nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia. Imploro el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios. Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivientes de abusos de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse”.

Un último pensamiento, antes de la oración del Ángelus, estuvo destinado a la población de Irlanda del Norte, “para que perseveren, como hermanos y hermanas, en la tarea de la reconciliación”. “Rezo para que todos los discípulos de Cristo lleven adelante con constancia los esfuerzos para avanzar en el proceso de paz y para construir una sociedad armoniosa y justa para sus hijos de hoy, sean ellos cristianos, musulmanes, judíos; todos, hijos de Irlanda”.

Luego de la oración mariana, Francisco envió un saludo a los “hombres y mujeres que están en la cárcel” y que, al saber que él vendría a Irlanda, le han escrito. “Estoy cerca de ustedes –dijo- muy cerca... Que María, Madre de misericordia, vele por ustedes y los fortalezca en la fe y en la esperanza”.