El Papa a los israelíes y palestinos: la violencia mata el futuro
Francisco se refirió en el Ángelus a los atentados en Jerusalén y los enfrentamientos que se suceden desde hace meses. “Dejémonos sacudir por el tiempo de Adviento”. El recuerdo de un hombre de la calle que murió de frío bajo la columnata de San Pedro.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “La violencia mata el futuro, destroza la vida de los jóvenes y debilita las esperanzas de paz”, dijo hoy el Papa Francisco al terminar el Ángelus que rezó junto con los fieles en la Plaza de San Pedro, lanzando un llamamiento contra la violencia que sacude Tierra Santa desde hace meses. El pontífice recordó los dos "viles atentados" que este miércoles sacudieron Jerusalén, en los que murió un estudiante judío de 16 años, y el niño palestino de 14 muerto ese mismo día por el ejército israelí durante los enfrentamientos en Nablus.
“Espero que las autoridades israelíes y palestinas -prosiguió- se preocupen más por buscar el diálogo, por construir la confianza mutua, sin la cual nunca habrá una solución de paz para Tierra Santa".
El Papa recordó también a Burkhard Scheffler "que murió hace tres días aquí mismo, bajo la columnata de la plaza de San Pedro: que murió de frío". Cuando saludó después a las personas que habían participado en una marcha para denunciar la violencia sexual contra las mujeres, afirmó que desgraciadamente es “una realidad generalizada y extendida en todas partes y que también se utiliza como arma de guerra. No nos cansemos de decir no a la guerra, no a la violencia, sí al diálogo, sí a la paz; especialmente para el pueblo ucraniano martirizado".
Antes de la oración Francisco comentó el pasaje evangélico que propone la liturgia del domingo que inaugura el Adviento. Invitó a dirigir la mirada a Jesús que está llegando. “Este – comentó – es el fundamento de nuestra esperanza, es lo que nos sostiene incluso en los momentos más difíciles y dolorosos de nuestra vida”.
“Dios -añadió- se esconde en las situaciones más comunes y corrientes de nuestra vida. No viene en eventos extraordinarios sino en las cosas de todos los días. Él está ahí, en nuestro trabajo cotidiano, en un encuentro fortuito, en el rostro de una persona necesitada, incluso cuando afrontamos días que parecen grises y monótonos, precisamente ahí está el Señor, llamándonos, hablándonos e inspirando nuestras acciones.".
Pero existe el peligro de no darse cuenta de que Él ha venido. "Jesús -recordó el Papa- dice que en tiempos de Noé comían y bebían 'y no se dieron cuenta de nada hasta que llegó el diluvio y arrastró a todos'". Por eso el tiempo de Adviento es una invitación: "¡sacudamos el letargo y despertemos del sueño! Preguntémonos: ¿soy consciente de lo que vivo, estoy alerta, estoy despierto? ¿Estoy tratando de reconocer la presencia de Dios en las situaciones cotidianas, o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas? Si no somos conscientes de su venida hoy, tampoco estaremos preparados cuando venga al final de los tiempos. Por lo tanto, hermanos y hermanas - concluyó - estemos siempre vigilantes".
28/06/2017 10:17
12/12/2021 14:18