El Papa a los católicos vietnamitas: sean luz para todos a través de la caridad

En un mensaje a los obispos, sacerdotes y fieles, el pontífice explica el significado del reciente avance en las relaciones diplomáticas con Hanoi, con la apertura de una representación permanente de la Santa Sede en el país. "Hemos buscado juntos el mejor camino para el bien del pueblo vietnamita y de la Iglesia". Invita a ser "buenos cristianos y buenos ciudadanos". La libertad religiosa como forma de "promover el diálogo y generar esperanza para el país".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La Oficina de Prensa del Vaticano dio a conocer hoy una carta del Papa Francisco dedicada particularmente al importante avance en las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y el gobierno de Vietnam con la firma del acuerdo que abre el camino a la presencia de una representación permanente de la Santa Sede en el país. El Papa invita a toda la comunidad católica del país a ser “buenos cristianos y buenos ciudadanos” haciendo brillar en Vietnam la luz del Evangelio por medio de la caridad. Evoca luego, en relación con el acuerdo, "la valentía en el trabajo, la tenacidad en las dificultades, el sentido de familia y otras virtudes naturales que Vietnam ha sabido demostrar", alentando a "dar gracias a Dios con alegría, porque el amor de Dios es eterno y fiel para siempre."

Francisco recuerda en particular la visita que realizó al Vaticano el 27 de julio el presidente de la República Socialista de Vietnam, Vo Van Thuong, y el paciente trabajo que ha desarrollado a lo largo de los años el grupo de trabajo conjunto Vietnam-Santa Sede. “Sobre la base de esta confianza mutua construida paso a paso a lo largo de los años hemos podido progresar juntos y podremos seguir haciéndolo - explica el pontífice a los fieles - reconociendo las convergencias y respetando las diferencias. Hemos podido caminar escuchándonos y comprendiéndonos y, aunque cada uno ha vivido historias y circunstancias diferentes, nada de esto nos ha impedido buscar juntos el mejor camino para el bien del pueblo vietnamita y de la Iglesia”.

El Vaticano nunca ha ocultado que considera la evolución de las relaciones con Vietnam como modelo para el diálogo con la República Popular China. En este sentido, en la carta a los católicos vietnamitas Francisco retoma la misma invitación que dirigió a los cristianos de China a principios de mes, durante su viaje apostólico a Mongolia. Recordando las palabras de la Carta a Diogneto, un texto famoso de la literatura cristiana que data del siglo II d.C. - Francisco explica que "los cristianos -que están en el mundo pero no pertenecen al mundo- viven bajo la bandera del protagonismo de la caridad, implantando el Evangelio en el corazón de la nación y acompañándola en sus esfuerzos por un desarrollo social y económico equilibrado". Por eso - sigue diciendo el Papa a los católicos vietnamitas - los fieles católicos realizan su identidad de buenos cristianos y buenos ciudadanos tanto en la construcción de la propia Iglesia a través de la cooperación pastoral corresponsable, como, especialmente, en el plano de la animación evangélica de las realidades temporales. En este horizonte, mediante la creación de condiciones favorables para el ejercicio de la libertad religiosa, los fieles católicos podrán promover el diálogo y generar esperanza para el país".

Francisco considera que hoy en Vietnam se debe generar esta esperanza sobre todo con la "caridad concreta, es decir, la decisión concreta por el hombre", porque "en todo lugar y circunstancia los cristianos están llamados a escuchar el grito de los pobres". Este espíritu - recuerda el Papa - es el que siempre ha animado a vuestra comunidad católica a ofrecer su contribución positiva y significativa en el servicio al pueblo, de manera especial durante la pandemia de Covid-19".

Recuerda también que los obispos vietnamitas han señalado como primer objetivo para este año pastoral la participación en la vida de la comunidad, y exhorta a llevarlo a la práctica "a través del afecto recíproco, la escucha sincera y los actos de caridad incluso hacia aquellos que no comparten la misma fe, cuidando a los más débiles y necesitados". De esa manera - explica - los fieles católicos podrán ser "luz del mundo y sal de la tierra" según las enseñanzas de Jesús.

“Pido a Dios que los ilumine y los guíe - concluye el pontífice - para que sepan dar testimonio del amor y de la caridad de Jesucristo, para gloria de Dios, en la vida y en las relaciones con las autoridades civiles y con todas las personas, sin distinción de religión, raza o cultura. Que Nuestra Señora de La Vang los acompañe y, por su maternal intercesión, el Padre misericordioso bendiga y conceda abundantes gracias a toda la Iglesia católica en Vietnam, así como a la nación y al querido pueblo vietnamita".