El Papa, a los jóvenes: ‘en Lisboa, para redescubrir el abrazo de los pueblos'
Se difundió el mensaje de Francisco con vistas a la JMJ de agosto de 2023, que reunirá en Portugal a jóvenes católicos de todos los continentes para el encuentro con el Papa. En estos tiempos tan difíciles, marcados por la pandemia y la guerra, “María reabre para todos el camino de la proximidad y del encuentro”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - “Sueño que en la JMJ de Lisboa - con la ayuda de Dios - redescubriremos juntos la alegría del abrazo fraternal entre los pueblos y entre las generaciones, el abrazo de la reconciliación y la paz, ¡el abrazo de una nueva fraternidad misionera!”. El Papa Francisco escribe esto a los jóvenes de todo el mundo en su mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Juventud. El texto -publicado hoy- analiza dos eventos de los próximos meses: la jornada que las diócesis de todo el mundo celebrarán localmente con los jóvenes el 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, y el gran encuentro en el que, cada tres años, se unen en un mismo lugar los jóvenes católicos de todos los continentes para el encuentro con el Papa, que tendrá lugar en la capital portuguesa del 1 al 6 de agosto de 2023.
Para ambos momentos Francisco quiso proponer el mismo tema - "María se levantó y partió sin demora" (Lc 1,39) - que se refiere a la imagen evangélica de la Virgen que emprende un viaje para asistir a su prima Isabel, pues por medio del ángel supo que también ella está esperando un hijo. “En estos últimos tiempos difíciles, en los que la humanidad, ya probada por el trauma de la pandemia, está desgarrada por el drama de la guerra - escribe el pontífice a los jóvenes - María reabre para todos y en particular para ustedes, jóvenes como ella, el camino de la proximidad y el encuentro. Espero, y creo firmemente, que la experiencia que muchos de ustedes vivirán en Lisboa en agosto del año próximo representará un nuevo comienzo para ustedes, jóvenes, y – con ustedes – para toda la humanidad”.
El Papa subraya que, después de la Anunciación, la Virgen “hubiera podido concentrarse en sí misma, en las preocupaciones y temores debidos a su nueva condición. Pero no; ella confió plenamente en Dios. Pensaba más bien en Isabel. Se levantó y salió a la luz del sol, donde hay vida y movimiento. Aunque el impactante anuncio del ángel haya provocado un “terremoto” en sus planes, la joven no se dejó paralizar, porque en ella estaba Jesús, el poder de la resurrección.”. Y esto es lo que Francisco pide también a los jóvenes de hoy, invitándolos a ponerse en “movimiento”, sin quedarse “inmóviles frente al espejo para contemplar su propia imagen o “atrapados” en las redes.
María se dejó interpelar por la necesidad de su anciana prima. “Pensó más en los demás que en sí misma - observa Francesco - y esto le dio dinamismo y entusiasmo a su vida. Cada uno de ustedes puede preguntarse: ¿Cómo reacciono ante las necesidades que veo a mi alrededor? ¿Pienso inmediatamente en una justificación para desentenderme, o me intereso y me pongo a disposición? Por supuesto, ustedes no pueden resolver todos los problemas del mundo. Pero tal vez puedan empezar con los más cercanos, con los problemas de su propia zona”.
La Virgen también nos enseña a actuar de prisa, sin demora: “Es la prisa de los que saben poner las necesidades de los demás por encima de las suyas”, señala Francisco. María es un ejemplo de persona joven que no pierde el tiempo buscando la atención o la aprobación de los demás —como ocurre cuando dependemos de los “me gusta” en las redes sociales—, sino que se mueve para buscar la conexión más genuina, la que surge del encuentro, del compartir, del amor y del servicio”.
“¡Mi mensaje para ustedes, jóvenes, el gran mensaje del que es portadora la Iglesia, es Jesús! Sí, Él mismo, su amor infinito por cada uno de nosotros, su salvación y la nueva vida que nos ha dado”. “Y María es el modelo de cómo acoger este inmenso don en nuestras vidas y comunicarlo a los demás, haciéndonos a su vez portadores de Cristo, portadores de su amor compasivo, de su generoso servicio a la humanidad que sufre”
En este sentido, el Papa Francisco recuerda cuántos jóvenes misioneros han partido desde Lisboa a lo largo de los siglos para “compartir su experiencia de Jesús con otros pueblos y naciones”. Y cómo en el mismo Portugal, desde Fátima, la Virgen “lanzó a todas las generaciones el poderoso y admirable mensaje del amor de Dios que llama a la conversión, a la verdadera libertad.”. “¡Levantémonos sin demora!” -concluye el pontífice- “Y, como María, llevemos a Jesús dentro de nosotros para comunicarlo a todos. En este hermoso momento de sus vidas, sigan adelante, no pospongan lo que el Espíritu puede hacer en ustedes”.
