El Papa, a la FAO: el hambre no es sólo una tragedia, sino una vergüenza

En el 75° aniversario del organismo de la ONU, papa Francisco se dirige a los responsables de las naciones y denuncia el crecimiento del número de personas hambrientas a causa de la pandemia. Hay que pasar de la ideología a los hechos. La propuesta: usar el dinero de las armas para constituir un “Fondo mundial”, para vencer el hambre y el subdesarrollo.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Para la humanidad el hambre no es sólo una tragedia sino una vergüenza. En su mayor parte, está causada por una distribución desigual de los frutos de la tierra, a lo que se añade la falta de inversiones en el sector agrícola, las consecuencias del cambio climático y el aumento de los conflictos en distintas zonas del planeta. Por otra parte, se desechan toneladas de alimentos. Ante esta realidad, no podemos permanecer insensibles o quedar paralizados. Todos somos responsables”. Estas palabras son uno de los puntos a destacar en el mensaje que Papa Francisco envió ayer (en idioma español) a Qu Donguy, director general de la FAO, en el día en que se celebran los 75 años del organismo de la ONU, y en el Día Mundial de la Alimentación.

La ceremonia del aniversario se desarrolló de manera virtual, debido a las restricciones por la pandemia en curso. Y es precisamente la pandemia una de las causas del aumento del número de hambrientos en todo el planeta. Según un estudio elaborado por Oxfam, para fin de año, podrían morir 12.000 personas por día, a causa del hambre vinculada, directa o indirectamente, a los efectos del nuevo coronavirus.

El pontífice aprecia las iniciativas de la FAO, del PAM (Programa Alimentario Mundial) y del IFAD (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola) a fin de promover “una agricultura diversificada” y un desarrollo rural de los países más pobres, pero pide actuar con urgencia, con hechos, y no con palabras. Exhorta a no detenerse en discusiones “dialécticas o ideológicas”, y a no permitir que los “hermanos y hermanas nuestros sigan muriendo por falta de alimento”.

Por último, relanza una propuesta que ya fue sugerida en la encíclica “Fratelli tutti”: “constituir con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares 'un Fondo mundial' para poder derrotar definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres. De este modo, se evitarían muchas guerras y la emigración de tantos hermanos nuestros y sus familias que se ven obligados a abandonar sus hogares y sus países en busca de una vida más digna”.