El Papa: "Dios no se detiene, trae luz incluso en las noches más oscuras"
En el Ángelus, nuevo llamamiento de Francisco a la comunidad internacional para que respete el derecho humanitario en los conflictos que ensangrientan el mundo: «Basta de golpear a civiles, basta de golpear escuelas, hospitales, basta de golpear lugares de trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota».
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - «Dios no se detiene nunca: encuentra mil caminos para llegar a cada uno de nosotros, dondequiera que estemos, abriendo incluso en las noches más oscuras de la humanidad ventanas de luz que las tinieblas no pueden cubrir». Este es el mensaje de esperanza que el Papa Francisco ha dirigido hoy a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, a pesar de la lluvia, para la cita dominical del rezo del Ángelus. Comentando un versículo del prólogo del Evangelio de Juan propuesto por la liturgia de hoy - «la luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la han vencido»-, el Pontífice invitó a contemplar en el misterio de la Navidad «cuán poderoso es el amor de Dios, que no se deja vencer por nada y que, más allá de obstáculos y rechazos, sigue brillando e iluminando nuestro camino».
«Es una realidad que nos consuela y nos da valor -continuó-, especialmente en un tiempo como el nuestro, un tiempo que no es fácil, en el que hay tanta necesidad de luz, de esperanza y de paz, un mundo en el que los hombres crean a veces situaciones tan complicadas que parece imposible salir de ellas. La Palabra de Dios nos dice que no es así. Al contrario, nos llama a imitar al Dios del amor, abriendo destellos de luz allí donde podamos, con quien nos encontremos, en todos los contextos: familiar, social, internacional». En particular, el Señor nos invita a «no tener miedo de dar el primer paso, abriendo ventanas luminosas de cercanía a los que sufren, de perdón, de compasión, de reconciliación». Una invitación -añadió el Papa- que «resuena de modo particular en el Año Jubilar que acaba de comenzar, urgiéndonos a ser mensajeros de esperanza con “sí” sencillos pero concretos a la vida, con opciones que traigan vida».
De ahí la exhortación a preguntarnos al comienzo del nuevo año: «¿Cómo puedo abrir una ventana de luz en mi entorno y en mis relaciones? ¿Dónde puedo ser un resquicio que deje pasar el amor de Dios? ¿Cuál es el primer paso que debo dar hoy?».
Por último, tras el rezo del Ángelus, hubo también una mirada a las demasiadas zonas del mundo heridas hoy por la guerra. «Sigamos rezando por la paz -dijo Francisco- en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Siria, Myanmar, Sudán. La comunidad internacional debe actuar con firmeza para que se respete el derecho humanitario en los conflictos. Dejen de golpear a civiles, dejen de golpear escuelas, hospitales, dejen de golpear lugares de trabajo. No olvidemos que la guerra es siempre una derrota, siempre».
23/12/2015
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