El Estado islámico substrajo “decenas de miles” de pasaportes en blanco

Lo revelaron fuentes de inteligencia occidental, publicadas por un periódico alemán. Los documentos son usados para contrabandear a los combatientes al interior de las fronteras europeas como refugiados. El Estado islámico ya puso en el mercado documentos falsificados, vendidos en el mercado negro a 1.500 euros. Preocupación ente los responsables de seguridad Ue.

Berlín (AsiaNews/Agencias)- Las milicias del Estado islámico (EI) habría sustraído Edecenas de miles” de pasaportes en blanco, para poder utilizar para contrabandear a sus combatientes dentro de las fronteras europeas como refugiados. Quien dio la noticia fue el periódico alemán Welt am Sonntag, el cual cita como fuentes de inteligencia occidentales según el cual Daesh (acrónimo árabe del EI) habría robado los documentos en los territorios- Siria, Irak, Libia- que están bajo su control.

Los pasaportes podrían ser consignados a futuros kamikaze o terroristas, que podrán superar los confines de la Unión europea en calidad de solicitantes de asilo.

En estos días el EI ya inició una operación de falsificación de los documentos que son vendidos en el mercado negro por un valor de unos mil quinientos euros. Al respecto, de hace tiempo las autoridades europeas ya lanzaron un alerta sobre posibles amenazas de estos presuntos refugiados que viajan con documentos falsos.

Los dos terroristas no identificados que han tratado de atacar en el Stade de France, en la noche del 13 de noviembre pasado, han usado dos pasaportes falsos para poder entrar en Europa. “La masa de gente que viaja hacia Europa sin controles representa un riesgo para la seguridad”, afirma Fabrice Leggeri, jefe de la Fontex, la agencia UE que se ocupa de los controles de las fronteras.

En particular, la emisión de documentos en países que sufren la guerra (como Siria) y en la cual la situación es caótica, significa que ninguno podrá garantizar sobre la real autenticidad de los documentos de viaje. Preocupaciones compartidas también por las cancillerías de diversos países europeos. El temor es que puedan superar con facilidad las fronteras “delincuentes comunes, criminales de guerra, miembros de grupos terroristas o individuos con visiones fanáticas y filo-extremistas”.