El Covid y las prohibiciones por las olimpíadas reducen los gastos para el Año Nuevo Lunar
Los ingresos por el turismo cayeron un 3,9% en un año: son solo el 56,3% respecto de 2019, antes de la pandemia. Las autoridades han desaconsejado los viajes internos; Beijing en una "burbuja de seguridad" para los Juegos Olímpicos de Invierno. La "tolerancia cero" contra el coronavirus amenaza el crecimiento.
Beijing (AsiaNews) - Las limitaciones por el Covid y las prohibiciones por los Juegos Olímpicos de invierno en la capital redujeron el dinero que gastó la gente para las fiestas del Año Nuevo Lunar, que se celebró el 1 de febrero con el comienzo del año del Tigre de Agua. Según datos que proporcionó ayer el Ministerio de Cultura y Turismo de China, en la semana de vacaciones que comenzó el 31 de enero los ingresos turísticos se han detenido en torno a los 289.000 millones de yuanes (40.000 millones de euros), un descenso anual del 3,9%. Los desplazamientos internos también disminuyeron: 251 millones, con un 2% menos que hace un año.
Considerando las cifras anteriores a la pandemia, podemos hablar de un verdadero colapso. Las ganancias por el turismo para la Nochevieja de este año son el 56,3% respecto de 2019; el total de viajes es del 73,9%. También hubo pérdidas en el sector del entretenimiento. El gasto en cine cayó casi un 23% en un año; la venta de entradas cayó un 28,4%.
Las fiestas de Año nuevo suelen ser las únicas que se conceden a los trabajadores y duran por lo menos 15 días, hasta la fiesta de las Linternas. Al igual que el año pasado, las autoridades centrales y provinciales aconsejaron a los ciudadanos que no viajen. La advertencia iba dirigida sobre todo a los cientos de millones de migrantes, empleados en las zonas urbanas del país, que aprovechan para volver a sus pueblos y festejar con sus familias el Año Nuevo.
Siete zonas con alto riesgo de coronavirus de China están aisladas, entre ellas la capital. Para garantizar el buen funcionamiento de los Juegos de Invierno, Beijing se encuentra encerrada en una "burbuja de seguridad", con prohibición absoluta de desplazarse. Las mismas restricciones están vigentes en otras dos sedes olímpicas: Yanqing, un suburbio de la capital, y Zhangjiakou (Hebei).
Las grandes empresas también han entregado bonificaciones para mensajeros y transportistas, como una manera de incentivar el consumo de los que han optado por celebrar las fiestas en casa. Los cálculos de Nikkei Asia muestran que, en promedio, los repartidores ganarán alrededor de 4.000 yuanes durante los nueve días de vacaciones, el equivalente a 15 días de salario ordinario.
Los confinamientos han tenido un impacto significativo en las actividades económicas. Por ejemplo, en la zona de Zhangjiakou, donde se realizan las carreras olímpicas de esquí, todos los principales centros turísticos y de esquí deben permanecer cerrados hasta el 30 de marzo, en detrimento de los operadores locales. Con la caída de los ingresos por vacaciones, varios observadores predicen un crecimiento modesto -al menos según los estándares chinos- del PIB nacional en el primer trimestre, algo menos del 4%.
Para los próximos meses pesarán las decisiones del gobierno sobre las estrategias de contención del covid-19. Los analistas señalan que la política de "tolerancia cero" probablemente continuará hasta el 20º Congreso del Partido Comunista de China, que tendrá lugar en el otoño. Según un estudio reciente de Eurasia Group, las autoridades temen una explosión de contagios, dado el bajo nivel de inmunización de la población y la reducida efectividad de las vacunas chinas contra la variante Omicron. Mantener las restricciones limitará el crecimiento del consumo interno y seguirá dañando la afectando negativamente la cadena de suministro global.
17/12/2016 13:14