El Card. Rai pide una ‘conferencia internacional’ para desbloquear la ‘parálisis libanesa’
En la homilía de la misa dominical, el cardenal recuerda que el país aguarda la formación de un gobierno que pueda rescatar a la nación. Hasta ahora se ha fracasado en esto "porque han prevalecido los intereses personales". El silencio equivale a "ser cómplices" , arremete el purpurado. El Obispo Metropolitano de Audi condena el asesinato de Lokman Slim.
Beirut (AsiaNews/Agencias) - El patriarca maronita, el card. Beshara Raï, propone una "conferencia internacional" para "remediar la parálisis del sistema político libanés". El cardenal propuso la idea ayer, durante la homilía de la misa dominical, que en las últimas semanas devino la oportunidad para explorar los problemas de la política y las instituciones locales, sumidas en la parálisis e incapaces de formar un nuevo gobierno. Mientras tanto, el presidente Michel Aoun y el primer ministro Saad Hariri aún no han llegado a un acuerdo respecto al Ejecutivo, a seis meses de la doble explosión en el puerto de Beirut que provocó la dimisión de su predecesor, Hassane Diab.
El cardenal Raï recuerda que el pueblo aguarda que el país se encamine a la formación de un "gobierno de rescate nacional", esto no ha podido cumplirse porque "predominan los intereses personales y partidistas" de los dirigentes políticos, "incapaces de entenderse y llegar a acuerdos". En este contexto dramático, "permanecer en silencio", equivale a "ser cómplices de los crímenes cometidos contra el Líbano y su pueblo y lavarse las manos", subrayó el cardenal.
En su homilía, el cardenal dijo que "no es hora de escapar de la responsabilidad personal" y de "los propios deberes patrióticos, sea cual sea el motivo". "La cuestión ya va más allá del gobierno; está en juego el destino de la nación. Por consiguiente, la autoridad que no tenga en cuenta este punto, pierde su legitimidad popular". Por último, subrayó "cuán vanas" han sido hasta ahora "todas las iniciativas y mediaciones libanesas, árabes e internacionales; es como si alguien quisiera hacer fracasar al Estado".
Por eso, concluye, la única alternativa es una "conferencia internacional especial" que se celebre "bajo el patrocinio de las Naciones Unidas". Sólo ella podrá ofrecer "garantías permanentes" al país, protegiéndolo "de los ataques a su soberanía nacional, poniendo fin a la venta ilegal de armas y subsanando la ausencia de una autoridad constitucional clara" para garantizar la "estabilidad" y evitar la "parálisis" en el momento clave de la elección del presidente y la formación de un gobierno.
A mediados de octubre, el presidente Aoun confió el mandato a Saad Hariri, quien ya se había desempeñado tres veces como primer ministro. La crisis del último año es sólo una entre tantas dificultades que afectan la política, la economía y las mismas instituciones. Una situación precaria, a la que el Covid-19 y la doble explosión del puerto de Beirut han dado el tiro de gracia, empujando al 55% de la población bajo la línea de pobreza en un contexto de emergencia continua. La extrema precariedad ha desencadenado un aumento de los suicidios y una carrera para comprar los pocos medicamentos que quedan, mientras los hospitales se encuentran en condiciones catastróficas.
Durante la misa celebrada ayer en la iglesia ortodoxa griega de San Jorge, el metropolita Élias Audi también arremetió contra la clase política del país, y se refirió especialmente a Aoun y Hariri, acusados de anteponer sus intereses personales al bien de la nación. "¿Hay algún dirigente en nuestro país que trabaje por el interés general? En su homilía condenó finalmente el asesinato de Lokman Slim. ¿Por qué silenciar a la gente -concluyó-, eliminar las voces libres y ahogar los gritos del pueblo? No se gana matando y silenciando a la gente. [Esto], por el contrario, es un signo de debilidad".
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