El Canal de Suez, los ataques hutíes y las rutas comerciales de Asia
Para las autoridades del puerto de Singapur la situación "no ha cambiado". El 12% del comercio mundial pasa por el Mar Rojo y hasta ahora sólo unas pocas empresas han desviado sus barcos por el Cabo de Buena Esperanza. Mientras tanto, en la popular red social china Weibo, un experto en asuntos militares afirma que los misiles que utiliza la milicia chiíta respaldada por Irán se construyeron utilizando tecnología de Beijing.
Singapur (AsiaNews)- En este momento la situación del comercio en el puerto de Singapur "no parece afectada", a pesar de que varias empresas han decidido evitar el paso por el Canal de Suez debido a los recientes ataques contra buques mercantes internacionales por parte de milicias hutíes apoyadas por Irán. Sin embargo, la Autoridad Marítima y Portuaria de Singapur emitió un comunicado afirmando que, si los retrasos continúan, se dará todo el apoyo necesario para acelerar los tiempos y facilitar el movimiento de mercancías que pasan por Singapur, uno de los principales centros del comercio marítimo mundial en Asia.
Desde el mes pasado, en respuesta a la invasión israelí de Gaza, se ha verificado un aumento de los ataques hutíes, un grupo militar enfrentado con el gobierno. El 19 de noviembre los rebeldes hutíes se apoderaron de un barco de propiedad británica operado por NYK Line, que a partir de ese momento dejó de aceptar cargamentos con destino a Israel.
La semana pasada varias compañías navieras importantes (como Maersk, MSC y otras) anunciaron que evitarían el Canal de Suez y desviarían sus rutas por el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. De esta forma, el trayecto de un barco de Singapur a Rotterdam, en los Países Bajos -uno de los principales puertos europeos- es casi un 40% más largo, es decir, entre 10 y 20 días más de viaje, lo que se traduce en costos de transporte más elevados. Y en efecto, las tarifas de transporte han aumentado un 20% en los últimos días, según informaron los expertos, y los precios de los seguros para los cargueros que pasan por el Canal de Suez también han aumentado ligeramente. El costo de un viaje de ida y vuelta desde Asia a Europa podría costar hasta casi un millón de dólares más, explicó Peter Sand, analista de Xeneta, empresa con sede en Copenhague que monitorea el mercado marítimo.
En los primeros 13 días de diciembre pasaron por el Mar Rojo 170 buques de carga, un 17% menos que en el mismo período de noviembre, según datos de MarineTraffic, lo que podría provocar congestión en las próximas semanas. Sin embargo, el presidente de la Autoridad del Canal de Suez, Osama Rabie, declaró que los ataques han tenido hasta ahora un efecto limitado. Los barcos que optaron por desviarse por el Cabo de Buena Esperanza tras el primer ataque del 19 de noviembre son alrededor del 3% de los 2.128 barcos que han cruzado por el Canal de Suez hasta la fecha, añadió Rabie. Por el Mar Rojo pasa aproximadamente el 12% del comercio mundial, compuesto principalmente por petróleo crudo y gas natural licuado. Si continúan los desvíos de buques de carga, podría producirse un nuevo aumento de los precios de la energía en Europa.
En China la cuestión ha abierto un debate, no tanto por la ralentización del comercio marítimo cuanto por la tecnología utilizada por los hutíes, que según algunos podría ser de origen chino. Un experto chino en asuntos militares conocido con el nombre de "Korolev", al que siguen más de 6 millones de personas, hizo referencia a este tema en la aplicación Weibo. En un post que publicó la semana pasada, Korolev afirmó que el misil utilizado por los hutíes puede haber sido desarrollado a partir de tecnologías chinas compartidas con Irán en el pasado. Los dos misiles balísticos antibuque más utilizados por los hutíes son el Asef y el Tankil y se sabe que ambos derivan de diseños iraníes. Sin embargo, según Korolev, el primer antecesor de este tipo de tecnología lo podemos encontrar en el misil tierra-aire chino Red Flag 2A, que se exportó a Irán en la década de 1980 durante la guerra con Irak. Actualmente no hay pruebas de que haya habido una transferencia directa de tecnología militar de China a los hutíes.
En respuesta a los ataques de las milicias pro iraníes se ha lanzado una operación militar en la que participan varios países (Gran Bretaña, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España) que patrullan la región al sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén. Mientras tanto, los buques de guerra estadounidenses y británicos que ya estaban en la zona han comenzado a derribar misiles lanzados por los hutíes a fin e proteger el comercio mundial