El Cairo, parlamentario musulmán: no a la religión en los documentos. P. Rafic: Un paso ‘positivo’

Para Esmail Nasr Al Deen, semejante referencia viola el principio de la igualdad de derechos y oportunidades. Los empleadores contratan a los trabajadores en base a la religión. La propuesta encuentra resistencias en el Parlamento, tanto entre los musulmanes como entre los coptos. Vocero de la Iglesia católica: “El estudio no será breve, pues hay muchos obstáculos” que sortear.

El Cairo (AsiaNews)- La propuesta de ley “aún se está examinando en el Parlamento” y el proceso de aprobación “no será breve” porque hay varios obstáculos, incluso entre los mismos cristianos; sin embargo, esto constituiría un paso “positivo”para el país. Es cuanto subraya a AsiaNews el P. Rafic Greiche, vocero de la Iglesia católica egipcia, al comentar la propuesta de un parlamentario egipcio de eliminar del documento de identidad (y de otros documentos) la referencia a la religión de pertenencia. “Será un camino de estudio y profundización (de la normativa) muy lento. Prevé el sacerdote -porque no parece haber muchos- especialmente en la Asamblea, que estén de acuerdo con esta propuesta”.

La iniciativa fue propuesta por el parlamentario Esmail Nasr Al Deen, quien dice estar seguro de obtener el apoyo de la mayoría de los diputados. “La referencia a la religión en los documentos de identidad -afirma- viola los preceptos constitucionales que sancionan iguales derechos entre todos los ciudadanos, prescindiendo de cuál sea el credo, la raza y el status social de pertenencia”. Él agregó que en función del estado civil y de la salvaguarda de los valores de la ciudadanía, es necesario remediar esta “situación equivocada”. Al tan propósito, cita el ejemplo de los empleadores que contratan a los empleados en base a la religión.

Según indica la Constitución del país, una propuesta de ley debe recibir la aprobación de al menos un tercio de los 596 miembros del Parlamento para obtener un efecto legal. El diputado -de fe musulmana- concluye recordando que “dividir a los egipcios en musulmanes o cristianos debería limitarse a las mezquitas o a las iglesias”. Recientemente, el mismo presidente Abdul Fattah al-Sisi, musulmán, afirmó un vez más el principio de la paridad de derechos entre ciudadanos como elemento fundamental y base legal de Egipto.

Sin embargo, la propuesta de ley encontró la oposición rotunda de algunos colegas del Parlamento (pues crearía confusión y controversias en materia de matrimonios) y de líderes religiosos -en su mayor parte, radicales- musulmanes. “Esta propuesta -afirma Mahmoud Mehna de al-Azhar - demuestra que no se conoce la importancia que reviste la religión en Egipto”.

Al dialogar con AsiaNews, el P. Rafic confirma las numerosas “resistencias” frente a la ley, cuyo proceso “aún está siendo estudiado, incluso por expertos de la universidad islámica de al-Azhar y de la Iglesia”. Será un camino “lento” y “aunque resulte sorprendente, ni siquiera la comunidad copta ortodoxa quiere cancelar el elemento religioso de los documentos de identidad” porque consideran importante “saber quién es cristiano y quién musulmán”. Según mi punto de vista -concluye el vocero de la Iglesia católica egipcia- la idea es buena, considero justo eliminar el elemento religioso de los documentos, si bien es cierto que la cuestión debe estar acompañada de un estudio que contemple seriamente los efectos de la misma”.

En una nación de casi 95 millones de personas con una vasta mayoría musulmana, los cristianos (sobre todo los coptos ortodoxos) son una minoría considerable que representa cerca del 10% de la población total. Entre los años de 2016 y 2017 el país de los faraones registró una serie de atentados sangrientos, que azotaron a la comunidad cristiana. En relación a los ataques, a mediados de octubre un tribunal condenó a muerte a 17 personas.

La mano dura de las autoridades no sirvió para frenar los ataques y la violencia. El 2 de noviembre pasado, un comando armado asaltó un autobús lleno de peregrinos en una zona desértica al sur de la capital, provocando al menos 10 muertos y varios heridos. En el pasado, la escalada de violencia hizo temer por momentos la cancelación del viaje apostólico del Papa Francisco a Egipto. A pesar de todo ello, el pontífice respetó el programa inicial y viajó para reunirse con el presidente de la República, con el gran imán de al-Azhar y celebró una misa en la que participaron decenas de miles de fieles.