El Año de la Rata, en medio de Fiestas y cuarentenas

El Asia oriental y las comunidades asiáticas del resto del mundo se preparan para celebrar el Año Nuevo lunar, que comienza mañana. Pero la difusión del nuevo coronavirus vuelve la situación complicada y peligrosa. Además, otros factores amenazan las festividades: los coreanos manifiestan que se sienten “estresados” con el Año Nuevo. La rata, un animal que por milenios fue considerado de buen agüero, con el correr del tiempo se ha convertido en una bestia peligrosa y portadora de enfermedades.

Beijing (AsiaNews) – El Asia oriental se prepara para celebrar el Año Nuevo Lunar que comienza mañana, 25 de enero, en medio de cuarentenas y nuevos casos de coronavirus. Además de la situación en la China continental, se registran contagios en Vietnam, Singapur, Corea del Sur y Taiwán. Las autoridades de estos países han confirmado la difusión del virus en su territorio nacional, que también ha golpeado a los Estados Unidos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no ha clasificado el evento como una “emergencia internacional”, en parte, debido al bajo número de casos confirmados. Sin embargo, el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, explica que “pronto podría tomarse una decisión” al respecto.

La crisis sanitaria no es la única causa de los problemas que acompañan las celebraciones por el Año Nuevo. En Corea del Sur, ha causado gran estruendo un sondeo nacional que fue publicado hoy por todos los medios locales, que constata que más del 59% de la población teme “el estrés provocado por las Fiestas”. La idea de tener que desplazarse junto a la familia – tema central del Año Nuevo – asusta a los trabajadores coreanos: el 34,1% de los entrevistados confirma su deseo de festejar a solas.

Japón ha confirmado las celebraciones públicas por el Nuevo Año, pero ha reforzado los controles en los aeropuertos y estaciones. Además, varias municipalidades niponas “ruegan” a los ciudadanos que en caso de presentar fiebre o síntomas de enfermedad, deben “dirigirse al hospital o permanecer en casa, luego de haber contactado a un médico”. Por el momento, no se han ordenado restricciones particulares en los demás países asiáticos afectados por el coronavirus.

En la tradición asiática, la rata siempre ha estado asociada con la abundancia, la fertilidad, la esperanza y las oportunidades. Por siglos, el roedor fue visto y descrito como un febril trabajador: guarda alimento de reserva para los tiempos duros y con tenacidad, logra sortear situaciones difíciles gracias a su obstinación. Sin embargo, en los últimos tres siglos, el mismo animal comenzó a ser incluido entre los seres malvados. Asociado con los lugares sucios e insalubres, fue expulsado y desapareció de las narrativas nacionales.

En la simbología cristiana, según explica el Pbro. Giorgio Pasini (un misionero del PIME que vive en Hong Kong), la rata “es uno de los animales satánicos por excelencia. Como devorador de provisiones, la rata se ha valido la reputación de ladrón y se ha convertido en un símbolo del robo, además del pecado, por habitar en lugares sucios, oscuros y en medio de la basura, es decir, en aquellos espacios donde no ingresa la luz”.

En el Antiguo Testamento, continúa, “se consideraba a las ratas como animales impuros (Lv 11, 29-35) y el cristianismo las equipara con el diablo, en su figura de devorador. En efecto, por su tendencia a roerlo todo, desde la comida hasta los objetos de papel, pasando por el mobiliario y los cables eléctricos, la ropa y tantas cosas más, este pequeño mamífero siempre ha sido considerado como un indicador de eventos nefastos. En el arte cristiano, un tema que aparece con frecuencia es de la rata comiendo las raíces del Árbol de la vida”.