El 95% de los tailandeses está endeudado
Entre las causas se cuentan el alto costo de vida y los préstamos con facilidades. El ingreso promedio de la fuerza laboral se ubica en torno a los 419 euros mensuales. La deuda promedio por familia es de 4.437 euros: representa un aumento del 15% con respecto al año pasado. Pesa la recesión que atraviesa la economía del país. El endeudamiento bajo situaciones de usura representa el 41,8% del dinero adeudado. El fenómeno también afecta a los trabajadores tailandeses que viven en el exterior.
Bangkok (AsiaNews) – El 95% de los trabajadores tailandeses se está ahogando por las deudas. Su pasivo registra el nivel más alto de los últimos 11 años, empujado por un costo de vida cada vez más elevado y por una mayor facilidad para acceder a los préstamos: es el dato que arroja la última investigación llevada a cabo por la Universidad de la Cámara de Comercio de Tailandia (UTCC).
El estudio afirma que el ingreso promedio de la fuerza laboral se ubica en torno a los 15.000 bahts (419 euros) mensuales y se estima que la deuda promedio por núcleo familiar es de 158.855 bahts (4.437euros). El dato registra un crecimiento de casi un 15% en comparación con el del año pasado. Casi el 86% de las personas que han participado en el estudio no pueden contar con ahorros, debido al aumento de los gastos, la suba de precios de los productos y mayores obligaciones en préstamos para la vivienda y automotores. La mayoría afirma que se mueve con bastante cautela a la hora de comprar.
Thanavath Phonvichai, vicepresidente en el área de Investigación de la UTCC, en sus declaraciones al Bangkok Post afirma que la mayoría de los trabajadores están preocupados por la recesión económica que atraviesa el país. Además, la incertidumbre que ha surgido tras las recientes elecciones generales no alivia un sentimiento de desconfianza generalizado. Cerca del 80,3% de los entrevistados declara que en los últimos meses ha tenido situaciones de morosidad porque frecuentemente ha gastado más de los que ganaba”, afirma Thanavath. “Los trabajadores quieren que el salario mínimo de los jornaleros aumente al mismo ritmo que los servicios públicos, el transporte y los productos alimenticios”.
El experto atribuye los aumentos a la recesión de la economía nacional. “Si persiste este estado de debilidad, se espera que los trabajadores se vuelquen a más préstamos desorganizados”, sostiene Thanavath. El estudio revela que este año, el endeudamiento por usura representa el 41,8% de la deuda contraída por las familias de trabajadores; en el 2018, el dato se ubicaba en un 34,6%.
El fenómeno de la deuda también suele afectar a los trabajadores tailandeses que viven en el exterior. Pipat Traichan, project manager de la Comisión Nacional Católica sobre Migraciones (NCCM) – una organización que funciona bajo la dirección de Caritas Tailandia– explica a AsiaNews que en los últimos años, el mundo laboral tailandés ha tenido cambios significativos, pero que aún así, el endeudamiento sigue siendo una constante.
“En el pasado -afirma- y hasta hace diez años, muchos tailandeses solían partir como trabajadores migrantes rumbo a países como Taiwán, Corea del Sur y Malasia, en busca de mejores salarios. Una vez llegado al país de destino, se veían forzados a solicitar préstamos a las mismas agencias que los reclutaban. Para hacerse de estos montos, las agencias o empleadores retenían parte del sueldo de los trabajadores. Los migrantes tardaban años en restituir todo el dinero adeudado”.
Traichan subraya que en el último tiempo ha habido una merma en el número de migrantes, en parte, gracias a que Tailandia puede ofrecer mejores condiciones de vida a sus ciudadanos. Sin embargo, se está abriendo camino otro fenómeno. “Muchos migrantes tailandeses han regresado a su patria. Entre ellos, hay quien despilfarra en pocos años todo el dinero ganado en el exterior. Sin dinero ni trabajo, y nada que hacer en Tailandia, se ven forzados a partir nuevamente, para buscar mejor fortuna en el exterior. Algunos optan por el Sudeste asiático (Malasia y Singapur) y otros parten rumbo a Oriente Medio, convencidos de que solo permanecerán allí por dos o tres años. Estas personas no piensan en su futuro y a menudo terminan siendo víctimas del trabajo forzado o incluso del tráfico de seres humanos”. “Lo más triste -concluye Traichan- es que el mismo destino les espera a muchos migrantes que vienen a Tailandia, Myanmar, Laos y Camboya”.
19/03/2018 13:46