El 'Siglo de zinc' de la poesía rusa
Incluso la literatura se ha enrolado en la glorificación de la "operación militar especial" rusa. Los Z-poetas desempolvan los acentos bélicos de la Primera Guerra Mundial y de la generación de escritores que apoyaron las polémicas hazañas del Ejército Rojo.
Moscú (AsiaNews) - La investigadora independiente Tatiana Shakhmatova ha publicado una nueva versión de su colección de poemas Z -dedicada a la guerra rusa de la "esvástica Zeta"- y recordando el "Siglo de Oro" de la literatura rusa del siglo XIX y el "Siglo de Plata" de los simbolistas de principios del siglo XX, llama a la versión literaria actual el "Siglo de Zinc". En Rusia la literatura, sobre todo la poesía, también se ha enrolado en la glorificación de la “operación militar especial” -la SVO en Ucrania- que ahora parece estar en proceso de redefinición tras el abortado levantamiento del grupo Wagner. Y en varios sitios se está intentando reunir los testimonios de esta forma de "teatro del absurdo".
Según los propagandistas de la Rusia en guerra, también llamados "hurra-patriotas", la nueva poesía militar es "una verdadera obra maestra", una palabra nueva en la literatura mundial. Sin embargo, a pesar de la conformidad en el apoyo a la guerra, en esta forma de propaganda hay diferentes géneros literarios, y por otra parte no es una novedad en el panorama de la cultura rusa, donde un siglo atrás los grandes escritores se pusieron al servicio de la revolución con resultados bastante dispares, desde Majakovsky hasta Gumilev y tantos otros. Para decirlo con las mismas palabras que los poetas Z, están los "naknižaty" (librescos) y los "naknjažaty" (principescos), es decir, los partidarios del poder dominante.
Las altas esferas del poder en Rusia, desde los grandes duques medievales hasta los zares y los secretarios del Partido, siempre han buscado la glorificación de sus proezas a través de la literatura, como la generación de poetas que apoyaba las controvertidas hazañas del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial, con Kuprin, Gorodetsky, Severjanin y muchos otros. La escritura de los agit-prop se caracteriza por algunas dimensiones específicas: la temática impuesta desde arriba, la capacidad ilustrativa y documental, la referencia a episodios particulares y denominaciones geográficas vinculadas a los hechos, y sobre todo el pathos moral de los contenidos. No hay lugar para interpretaciones entre líneas o diversificadas, y por lo tanto la forma literaria es siempre muy directa.
Como ocurría en los tiempos de la Primera Guerra Mundial, en vísperas de la revolución, hoy también se ignoran las razones reales y políticas de los conflictos, para enfocarse únicamente en la defensa de los intereses de Rusia y de los pueblos vinculados y sometidos a ella. Rusia es el "Zastupnik", el país "intercesor", mientras que el enemigo -como se calificaba a Austria-Hungría- es el "Začinščits", el culpable de los problemas del mundo, y en general, como en la guerra posterior, los alemanes son los "enemigos de sangre" de todos los eslavos, una retórica retomada literalmente en la Rusia de Putin para la “defensa” de Ucrania contra el nazismo resucitado.
De todos modos los poetas-propagandistas de nivel superior se distinguen de la masa de repetidores de eslóganes. Un especialista en la poesía bélica rusa de la Primera Guerra Mundial, Yurij Zobnin, ofrece ejemplos de correspondencia con los autores de esa época, como la colección chovinista titulada "¡Muerte a los alemanes!", u otra titulada "¡Ay de los ocupantes , de los cerdos alemanes en tierra rusa”, donde se dice que los cerdos alemanes han atrapado un cangrejo / es duro pelear con el macho ruso / Del mal han olvidado la rabia / y han escondido la cabeza en la arena ... (poema de 1914). El famoso Sologub escribió ¡Dios está con el principiante! / su puño en la armadura de hierro / pero se romperá el cerco / contra nuestro castillo eterno (1915).
A este tipo de versos exaltados recurren ahora los Z-propagandistas como María Batutina, que canta Levantemos la cabeza, empiezan a escucharnos / Pronto seremos príncipes, y no podrán hacernos daño / Vuelve la memoria, la verdad está con nosotros/ Como en la Gran Guerra, la patria vencerá / Vuelve la memoria, la verdad está con nosotros / Despierta abuelita, no habrá vergüenza (poema titulado "Levántate abuelita, vístete abuelita"). La expresión "no habrá vergüenza", net styda, revela más que ninguna otra el miedo, no sólo de los poetas, sino de todos los rusos de estos días: el de hundirse en el desprecio y el escarnio del mundo entero. Entonces gritan: ¡quién se avergüenza de la aventura ucraniana / váyanse al infierno con su Bandera!, recordando al odiado líder ucraniano que colaboró con los nazis, "resucitado" por la retórica rusa de esta guerra.
Imagen: Fragmento de "Hades" de Hieronymus Bosch
28/03/2018 15:30