Economistas católicos: Indonesia es lo suficientemente fuerte como para superar la crisis actual
Yakarta (AsiaNews)- La economía indonesia “tiene fundamentos bastante sólidos para enfrentar la crisis de estos días”. Es la convicción de Prasetyantaka, ex seminarista y profesor de economía en la universidad católica de Atma Jaya, que intervino en un encuentro, organizado en Yakarta por exponentes católicos, para discutir sobre la incertidumbre financiera que está pasando Indonesia. La población está asustada desde cuando, en los últimos días, la moneda nacional (rupia) se derrumbó a los mínimos en 17 años, cambiando con el dólar a 14.445.
La opinión pública ve en estos días los “fantasmas” de las dos gravísimas crisis económicas que afligieron al país en los años 1998 y 2008. La del 98 obligó al presidente Suharto a dejar el país después de 32 años de gobierno autoritario.
Según Prasetyantaka, los temores no son del todo injustificados. Citando los datos recientes. La tasa de crecimiento está en el 4,7%; la inflación al 75; la deuda pública al 24% y las tasas de interés bancario al 7%-el economista concluye que la salud financiera del país es mucho mejor que la que se vivió durante las otras dos crisis económicas: “La pregunta es cuánto durará esta incertidumbre en los mercados”.
Para el profesor, las causas de la disminución del crecimiento, de la presión sobre la moneda y de la falta de inversores en el país, son externas e internas. Desde el punto de vista externo, un rol importante lo han tenido las devaluaciones del yuan del mes pasado. Y en interno, pesa aún el proceso no concluido de consolidación política y el freno de inversiones estatales.
También Theodurus Wiryawan- ex seminarista y ahora consultor de empresas- piensa que Indonesia pueda sobrevivir a la devaluación de la moneda, si bien la rupia debiese descender al 16.000 por dólar. Según el consultor “el mercado encontrará estrategias para superar la situación. Pero por el momento, no se sabe cuándo esta condición podrá terminar, pero no debemos dejar que los datos deprimentes disminuyan nuestro desarrollo. En el mercado- concluye Wiryawan- hay todavía muchas oportunidades para aprovechar.