Dos millones de peregrinos iraníes marchan rumbo a Kerbala, para recordar al imán Hussein
El cortejo que fuera prohibido por Saddam, ocasión de numerosos atentados y episodios de violencia en el pasado, recuerda el asesinato del nieto del profeta Mahoma, ocurrido en el año 680. El evento congrega a hombres y mujeres, jóvenes y ancianos e incluso a bebés llevados en sus cochecitos y a inválidos en sillas de ruedas. Un fiel comenta: “La nación musulmana no puede ser derrotada con los medios económicos, militares o políticos en poder” del mundo imperialista.
Kerbala (AsiaNews/Agencias) – Casi dos millones de peregrinos iraníes han cruzado la frontera con Irak para llegar hasta la ciudad santa chiita de Kerbala, y conmemorar el Arbain, que marca el último de los 40 días de luto por el asesinato del imán Hussein, sucedido hace 1300 años. Durante el cortejo, que estuvo prohibido durante la época del rais Saddam Hussein, y que fue ocasión de episodios de violencia y atentados en el pasado reciente, los fieles, reunidos en una peregrinación, observan ciertos gestos rituales, mientras se golpean el pecho o se flagelan.
En los últimos días, una “marea humana” de peregrinos ha atravesado la pequeña localidad fronteriza de Mehrán, situada en el límite entre Irán e Irak. Según informan los organizadores, las autoridades iraquíes han otorgado más de 1,8 millones de visas para ingresar al país con ocasión del Arbain, que culminará en el día de mañana, con la llegada –marchando a pie y con la cabeza cubierta- al santuario del imán Hussein.
En el evento participan tanto hombres como mujeres, jóvenes y ancianos, e incluso niños y bebés llevados en sus cochecitos e inválidos en sillas de ruedas, provenientes de los cuatro puntos cardinales de la República islámica. “Vengo porque así me lo pide el corazón”, afirma Morteza Taghikhani, un operario de 39 años que trabaja en el sector automotriz, y que participa en la peregrinación por quinta vez. “Vengo –agrega- para testimoniar mi amor”. Esta vez, él ha venido acompañado de su esposa e hijos.
En la peregrinación se recuerda el martirio del imán Hussein –nieto del profeta Mahoma- ocurrido en el año 680. Él se negó a aceptar el mando del califa “usurpador” Yazid y por eso fue masacrado junto a sus seguidores, en Kerbala. Este es uno de los episodios que ha dado lugar a una profunda división entre sunitas y chiitas en el seno del islam, que hoy queda resaltada por el enfrentamiento regional entre Arabia Saudita e Irán. Con el surgimiento de un nuevo Estado iraquí luego de la caída de Saddam y la asignación del rol de Primer ministro a un chiita, la marcha devino una de las peregrinaciones religiosas más importantes y populares del mundo.
Un evento que también constituye una manifestación de orgullo nacionalista y patriótico, además de identitario. “Esta marcha –subraya un joven de 23 años, Sajjad Entezar, religioso de Qom – muestra al mundo imperialista que la nación musulmana no puede ser derrotada con los medios económicos, militares o políticos en su poder”.
Khadijeh Mehrjoo tiene 36 años y trabaja en la municipalidad de una pequeña comuna en el centro de Irán. Él afirma que no está preocupado por el largo camino por recorrer, ni por pasar la noche en tiendas o por los peligros en materia de seguridad. “No debemos temer –advierte- porque el imán Hussein vela por nosotros”. A pesar de los temores y peligros, él afirma que “la marcha se convierte en un elemento de unidad y solidaridad”.
Confirmado la atención en torno a la cita multitudinaria, en los últimos días, las fuerzas de inteligencia iraníes arrestaron a 15 personas, que presuntamente pertenecerían a “tres células terroristas” que pretendían realizar atentados contra los peregrinos en su marcha rumbo a los lugares santos chiitas de Irak. Fuentes ministeriales de Teherán subrayan que el operativo se llevó a cabo en la provincia sudoriental de Khuzestan, sobre la frontera con Irak. El blanco de los atentados serían los fieles que en estos días se dirigen a Kerbala con ocasión del Arbain.