Docentes iraníes en las calles por salarios y derechos. Reprimen las protestas

Los maestros salieron a las calles en 120 ciudades, comenzando por Teherán y Qom. Las demandas incluyen la liberación de los líderes sindicales detenidos y mayor equidad en los salarios. Raisi incrementó el gasto militar en un 240%, pero dio a los maestros un mísero 10% de aumento. El Parlamento intenta apaciguar el descontento.

eherán (AsiaNews) - Un nuevo frente de protesta, que involucra al cuerpo docente, se ha abierto en Irán, con decenas de miles de maestros que en los últimos días salieron a las calles en 120 ciudades y pueblos, comenzando por Teherán y la ciudad santa chiíta de Qom. La policía respondió - como suele ocurrir en estos casos - con la represión de las protestas y detenciones, pero los sindicatos y los ciudadanos están decididos a dar batalla y no tienen intenciones de ceder ante el uso de la fuerza. En la capital, centenares de maestros y profesores se concentraron el 14 de diciembre frente a la sede del Parlamento (Majlis), en pleno centro, coreando consignas y cánticos y exigiendo la liberación inmediata de un dirigente sindical. En un intento de desactivar la protesta, los diputados votaron ayer el aumento de los salarios.

Uno de los puntos críticos de la protesta es la ciudad de Shiraz, capital de la provincia de Fars, en el centro sur del país, donde miles de profesores ocupan la plaza desde hace días. La disidencia llegó también a las calles de Yasouj, la capital de la provincia de Kohgiluyeh y Buyer Ahmad. Los maestros organizaron piquetes frente a las sedes de los consejos de supervisión y del ministerio de educación en 60 ciudades y 25 provincias de la República Islámica.

Los maestros piden una mayor equidad en los salarios y la liberación de los dirigentes sindicales docentes encarcelados, así como la aplicación del seguro médico prometida hace tiempo y el pago de las pensiones. A esto se suma la vieja batalla para que terminen las discriminaciones (étnicas y sectarias) dentro del sistema educativo y la introducción de límites a la libertad de privatizar, garantizando la libertad a las instituciones educativas. Por último, quieren que se destinen más recursos para el mantenimiento de los edificios escolares, que en muchos casos se encuentran en estado ruinoso.

El descontento de los docentes se inscribe en un contexto de profundas dificultades para la economía iraní, seriamente afectada por las sanciones estadounidenses al programa nuclear del país y por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid-19. En las últimas semanas los trabajadores del sector petrolero se han manifestado exigiendo meses de pagos atrasados mientras la inflación galopante ha reducido en gran medida el poder adquisitivo de los salarios.

El Center for Human Rights en Irán (CHRI) se pronunció sobre las manifestaciones, reivindicando el derecho a protestar sin la amenaza de arrestos, violencia o redadas arbitrarios. "Los docentes - señala el director ejecutivo del CHRI Hadi Ghaemi - son uno de los pilares de la sociedad, pero el gobierno ignora sus necesidades y reprime violentamente las protestas, y las fuerzas de seguridad pueden encerrarlos en la cárcel con acusaciones falsas". Las "prioridades" del ejecutivo son "claras", agrega, porque "los maestros no tienen los recursos que necesitan para educar a los estudiantes, mientras que los presupuestos militares y de la prensa oficialista han aumentado considerablemente".

Se refiere al presupuesto de la nación, que el presidente Ebrahim Rais presentó ante el Maklis el 12 de diciembre. Este destina un incremento del 240% para el gasto militar y los fondos a disposición de los Guardianes de la Revolución (Pasdaran, casi 30.000 millones de euros) y del 56% para los medios de comunicación el Estado, lo que significa más de mil millones de euros. Muy distinto a lo que ocurre con los recursos para los empleados estatales, entre los que se encuentra el personal docente, que ha recibido un aumento medio del 10%. La escalada de las protestas y el temor a nuevos enfrentamientos llevaron ayer a los diputados a aprobar un aumento en los sueldos de los docentes de nivel primario y secundario, equivalente a cerca del 80% del sueldo medio de un profesor universitario.

Una de las primeras decisiones que tomó el presidente Raisi tras ganar las elecciones en junio fue bloquear el aumento de sueldo de los maestros que había aprobado el ejecutivo anterior. Eso no parece augurar mayores derechos y libertades para los docentes, ni mucho menos la excarcelación de aquellos que, en el pasado, lucharon para mejorar el nivel de la educación y la libertad educativa. Cuatro de ellos fueron condenados a muerte entre 2014 y 2019, y tres, de etnia árabe y kurda, ya han sido ejecutados.