Disturbios en el Parlamento de Taipei en vísperas de la asunción de Lai

Se espera el discurso de toma de posesión del nuevo presidente, líder del Partido Demócrata Progresista, que comenzará su mandato el 20 de mayo. Mientras tanto, en el Parlamento donde el Kuomintang - más cercano a Beijing - tiene mayoría, la discusión sobre una reforma del Poder Legislativo con mayores controles sobre el gobierno ha degenerado en una trifulca. El desafío de mantener el status quo frente a China que presiona por la "reunificación".

Roma (AsiaNews/Agencias) - Se espera con impaciencia en Taipei la toma de posesión, el lunes 20 de mayo, del nuevo presidente elegido en enero pasado, William Lai Ching-te, líder del Partido Democrático Progresista (PPD). Su victoria, que obtuvo con más del 40% de los votos, indica claramente la posición de la población taiwanesa, que en continuidad con el mandato de la presidenta saliente Tasi Ing-wen no quiere la unificación de la "provincia rebelde" que la República Popular de China no deja de reclamar, incluso con sobrevuelos de aviones militares. La clara victoria de Lai, sin embargo, no corresponde a una mayoría en el Parlamento, que se encuentra en manos de los partidos de oposición KMT y TPP, más cercanos a Beijing.

La ceremonia de inauguración tendrá lugar entonces en un clima de fuertes tensiones políticas. Y ayer estalló en el Parlamento una pelea durante las discusiones sobre un proyecto de ley para reformar el Poder Legislativo. La iniciativa conferiría al Parlamento mayores poderes de control sobre el Yuan Ejecutivo - el gobierno - y permitiría condenar a los funcionarios que hacen declaraciones falsas durante la legislatura. Se produjeron empujones y riñas, y, en el medio, un intento de robar los documentos en estudio. Los disturbios fueron comentados a primera hora de hoy a través de Facebook por el propio Lai Ching-te, quien pidió un debate "racional" para restablecer la armonía y obtener un consenso.

Mientras tanto, las palabras del líder del PPD del próximo lunes serán cuidadosamente analizadas por China y Estados Unidos, los socios clave de la isla. Un alto funcionario que asumirá con Lai dijo a Reuters, bajo condición de anonimato, que su discurso pondrá de relieve el compromiso central del nuevo Ejecutivo de mantener el status quo en las relaciones de la isla con Beijing. "Hablaremos sobre nuestro enfoque estable y constante, siguiendo los principios fundamentales establecidos por la presidenta Tsai", afirmó. Sin duda es una posición que deberá hacer frente a la creciente presión de China, que ha rechazado el diálogo con el presidente entrante en varias oportunidades y que intenta insistentemente llevar a Taiwán bajo su control, obligándola a reconocer su soberanía. Pero la posición adoptada por Lai Ching-te y el PPD es que sólo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro.

El compromiso de mantener el actual equilibrio internacional será, por tanto, el principal desafío del nuevo gobierno. “Nos aseguraremos de que Taiwán desempeñe un papel indispensable en la economía y la geopolítica global, manteniendo el status quo y trabajando con todas las partes para garantizar que ese status no se rompa”, continúa el alto funcionario. De todos modos en China se espera una postura clara por parte del nuevo presidente, que ha sido acusado en varias ocasiones por su vecino continental de apoyar la independencia formal de la isla. Beijing sostiene que ese escenario sería razón suficiente para llevar a cabo un ataque a Taiwán.