Después de Navalny, Putin condena a otro enemigo: 25 años de prisión para Kara-Murza

de Vladimir Rozanskij

El opositor es considerado un agente extranjero y, por tanto, traidor al Estado. En el proceso "estalinista" intervino un juez que ya fue sancionado por los EEUU. En el pasado, Kara-Murza se salvó de dos intentos de envenenamiento. Temores de que el régimen quiera eliminarlo en prisión.

Moscú (AsiaNews) - El tribunal de Moscú condenó a 25 años de reclusión al opositor a Vladimir Putin más destacado después de Navalny. Se trata del publicista y profesor universitario Vladimir Kara-Murza, considerado un "agente extranjero", por lo que el cargo que se le imputa es el de "traición" al Estado por ser miembro de organizaciones indeseables. Una vez cumplida su condena, tendrá prohibido ejercer actividades públicas, especialmente el periodismo, por el término de 7 años..

La medida parece de corte estalinista, tanto por la forma en que se llevó a cabo la investigación y el juicio como por la sentencia "ejemplar", destinada a infundir miedo a cualquier forma de disidencia en Rusia. La sesión del tribunal se celebró a puerta cerrada. Durante la audiencia, una fila de embajadores de varios países esperó frente al edificio, pues se les impidió ingresar.

El juez que presidió la audiencia, Sergei Podoprigorov, sólo podía ser parcial, según argumentaron los abogados de Kara-Murza. El magistrado figura en la "Lista Magnitsky", que enumera a las personas sancionadas por haber participado en la persecución que condujo a la muerte de Sergei Magnitsky, opositor a Putin, en un campo de reclusos en 2008. En una oportunidad, el juez se había justificado afirmando que su inclusión en el jurado fue “una casualidad, solo porque estaba de servicio ese día", y en 2017 había solicitado al Departamento del Tesoro de Estados Unidos que le retiraran de la lista.

En su última intervención ante el tribunal, Kara-Murza sostuvo que fue “víctima de una persecución por motivos puramente políticos” y agregó: “no tengo nada de qué arrepentirme". Mucho menos se arrepintió de sus críticas a la guerra en Ucrania que le valieron una condena por desacreditar a las Fuerzas Armadas, uno de los muchos cargos que motivaron su condena. "Suscribo cada una de las palabras que pronuncié y que hoy se me atribuyen como delito". El activista no pidió ser absuelto: "sabía a lo que me enfrentaba, este es el precio que se paga hoy en Rusia por la valentía de no quedarse callado".

Ex presidente de la Fundación Borís Nemtsov para la Libertad en Rusia, el político también trabajó como periodista en la televisión, y sus programas se emitieron entre 2019 y 2022. Además, fue uno de los iniciadores del "Partido Popular de la Libertad", así como del movimiento democrático "Solidarnost". Había sido detenido hace un año en su domicilio en Moscú, en un espectacular asalto con despliegue de miembros de las fuerzas especiales en uniformes negros y enmascarados. En aquel momento, el informe incluía también una acusación de resistencia a la autoridad, ya que "ante la aparición de las fuerzas de seguridad, el sospechoso comenzó a caminar en otra dirección, acelerando el paso e intentando esconderse", en lugar de entregarse directamente a sus torturadores”.

El incidente que más había irritado a la cúpula del Kremlin -y que desencadenó la operación punitiva- fue la intervención de Kara-Murza en una videoconferencia ante miembros de la Cámara de Representantes del estado norteamericano de Arizona, el 15 de marzo de 2022. Se ordenó su detención inmediata para evitar el "peligro de fuga" del acusado, por poseer nacionalidad británica y norirlandesa, y ser "propietario de medios financieros depositados en bancos extranjeros".

En 2015 y 2017, el opositor había ingresado en una clínica con síntomas de intoxicación. La primera vez, el diagnóstico fue "insuficiencia renal aguda", y Kara-Murza siguió el tratamiento de recuperación fuera de Rusia, pero luego regresó después de que un análisis de laboratorio en Francia certificara la presencia de sustancias venenosas en su sangre. La segunda vez, los síntomas renales aparecieron de forma aún más grave, por lo que el paciente fue puesto en coma farmacológico para ser sometido a hemodiálisis. La actual detención parece una repetición de los intentos de eliminar prematuramente al feroz opositor de Putin, como ya sucedió con Navalny. Son los nuevos héroes de la disidencia en Rusia.