Después de 36 años el Partido de los trabajadores se reúne. Y se resucita al comunismo
El próximo 7 de mayo se realizará el gran encuentro político, convocado para legitimar una vez por todas al “joven mariscal” Kim Jong-un. Que más allá de lo nuclear no tiene otros resultados que poner en la mesa y por lo tanto se temen posibles críticas. Los medios del Estado advierten “Tenemos delante nuestro una ardua marcha, reunámonos bajo la bandera roja”.
Pyongyang (AsiaNews)- La capital de Corea del Norte vive con frenesí los preparativos para el próximo Congreso del Partido de los trabajadores, el primero que se convocará después de treinta y seis años. Los trabajadores anuncian “turnos voluntarios continuos” para satisfacer los ritmos impuestos por el gobierno, mientras los estudiantes “sin ningún tipo de constricción externa” dedican las horas que no están en la escuela a limpiar las calles, arreglar las veredas y limpiar los canteros. Todo esto dentro de la “Campaña de los setenta días” lanzada en marzo para los trabajos del Congreso.
La fecha exacta del encuentro no fue todavía anunciada, pero debería ser en los primeros días de mayo (muy probablemente el 7). Algunos visitantes que en los días pasados que pudieron entrar al país describen una actividad incesante para mejorar lo máximo posible el aspecto de la nación. Por todas partes fueron colocados carteles que dicen: “Seamos todos ganadores de la Campaña de los 70 días de lealtad”.
La referencia a la lealtad no es casual. Analistas y expertos subrayan de hecho que el Congreso fue convocado para colocar una vez por todas las bases de la legitimidad del poder de Kim Jong-un, el “joven mariscal” nieto del “padre de la patria”, Kim Il-sung. Subió al poder muy joven, hoy tiene treinta y tres años: no obstante purgas y depuraciones, parece no tener todavía el control total de los vértices del ejército y del Partido. Por lo tanto entiende utilizar la reunión para alejar toda posibilidad de golpe de Estado.
La propaganda nacional está declaradamente con él y ha resucitado el término “comunismo” para pedir al pueblo “unirse bajo la bandera roja y enfrentar las dificultades”. La referencia a esta doctrina política había sido prohibido por el padre del actual líder, Kim Jong-il, que en el año 2002 dijo: ¿Cómo podemos hablar de comunismo, cuando todavía no logramos realizar un verdadero socialismo?
No se trata solamente de cuestiones lingüísticas: la declaración de Kim padre era de hecho una aliarse a la posición de China, único gran aliado que le quedó a Corea del Norte, que ya en la muerte de Mao había dejado de lado las teorías marxista-leninista para acuñar el “socialismo con características chinas” todavía en el poder. La marcha atrás de Kim hijo refleja también el enfriamiento de las relaciones entre Beijing y Pyongyang.
Hoy el Rodong Sinmun y Corea Central News Agency- los dos medios oficiales nor-coreanos- usan en manera amplia el término para invitar a la población a la unidad en vista de una “ardua marcha” que se estaría prospectando para el pueblo. También este término provoca preocupación en los analistas, dado que la última vez fue usado para describir la terrible carestía de la mitad de los años noventa que habría matado a centenares de miles de personas.
17/12/2016 13:14