Después de Mahsa Amini, iraníes protestan contra el envenenamiento de las estudiantes
Se suceden miles de casos en todo el país, unos 1.200 para las autoridades, pero grupos de activistas hablan de 7.000 niñas afectadas. Ayer hubo protestas en al menos 20 ciudades: las autoridades aseguran que se hará justicia, pero detienen a los que protestan. Los manifestantes comparan a los dirigentes de la República Islámica con los extremistas nigerianos de Boko Haram por la supresión de los derechos de las mujeres.
Teherán (AsiaNews) - Se abrió un nuevo frente de protesta en Irán, después de meses de disturbios callejeros por la muerte de Mahsa Amini, la joven kurda de 22 años, en este caso relacionado con las miles de estudiantes envenenadas en distintas partes del país. Ayer se produjeron marchas y manifestaciones en al menos 20 ciudades con lemas y cánticos antigubernamentales; mientras tanto Teherán anunció las primeras detenciones, aunque no serían los responsables quienes acabaran siendo el blanco de las autoridades, sino los ciudadanos que participaron en las manifestaciones.
El ministro del Interior, Majid Mirahmadi, anunció que "se detuvo a un cierto número de personas en al menos cinco provincias" y que la justicia "abrió una investigación" para esclarecer el asunto. En realidad, los vídeos y testimonios difundidos por páginas web disidentes y medios de comunicación afines a la oposición muestran una presencia masiva de policías y agentes de seguridad en Teherán y otros centros importantes como Ispahán, Shiraz, Karaj, Mashhad, Sanandaj Rasht. En Sanandaj, los manifestantes que protestaban ayer en las calles contra los envenenamientos, en vísperas del Día Internacional de la Mujer, cantaban "muerte al régimen que mata a las niñas".
En otros lugares, como Rasht e Isfahan, las fuerzas de seguridad atacaron a los manifestantes; en Mashhad, un grupo de padres mostró pancartas en persa comparando al gobierno iraní con los extremistas nigerianos de Boko Haram, famosos por suprimir violentamente el derecho de las mujeres a la educación. Protestas que certifican la distancia, ya irreconciliable, entre los dirigentes de la República Islámica y un importante segmento de la población que sigue exigiendo justicia por el asesinato de la joven kurda de 22 años a manos de la policía de la moral por no llevar correctamente el hiyab. De nada sirvió la intervención del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, que reconoció el problema del envenenamiento, calificándolo de "crimen grave e imperdonable" y asegurando que los responsables pagarán por ello ante la justicia.
Los envenenamientos ocurren desde hace al menos cuatro meses, con más de 1.200 casos constatados por las autoridades, pero las cifras reales podrían ser aún mayores, hasta 7.000 según grupos activistas y defensores de los derechos humanos. Las víctimas presentan diversos síntomas, desde náuseas hasta parálisis temporal en los casos más graves. Al principio, las autoridades negaron el asunto, pero cambiaron radicalmente de opinión en las dos últimas semanas ante la escalada de cifras que hizo imposible ocultarlo.
Según el diario reformista Etemad, se registraron casos en al menos 28 de las 31 provincias. Sólo el 5 de marzo, unas 350 escuelas denunciaron casos de envenenamiento, aunque el Ministerio del Interior desinfla las cifras señalando que se trata de una cantidad minúscula, el 5%, mientras que el resto son ataques de "ansiedad" que afectan a los estudiantes. Cabe mencionar aquí que las estudiantes de la "Generación Z" (nacidas después de 1997) se encuentran entre las protagonistas de "primera línea" de las manifestaciones a favor de Mahsa Amini y de la lucha contra el velo obligatorio.
El gobierno realizó las primeras detenciones entre los presuntos responsables de los envenenamientos, sin explicar su papel en el asunto ni en calidad de qué estarían implicados. Mientras tanto, la justicia emprendió una persecución mucho más amplia para identificar y detener a quienes difunden "rumores" sobre el asunto, como en el caso de un periodista de Qom -uno de los primeros centros afectados-, que fue encarcelado el fin de semana por escribir sobre el tema. Por último, las autoridades iniciaron investigaciones contra un destacado politólogo, un líder reformista y un actor que criticaron en las redes sociales la respuesta del gobierno a la "saga de los envenenamientos".
17/12/2016 13:14